Eurocopas y Mundiales han decidido fichajes
➔ Williams supera un filtro que en el pasado fue clave en el Barça para traer a Krankl, Schuster, Lineker o Hagi
➔ Si esto fuera simplemente un casting definitivo para fichar en un Barça de toda la vida, Nico Williams sería hoy ya un refuerzo cantado para el club azulgrana. Sin embargo, la realidad económica actual impone plazos ineludibles a los que el FC Barcelona de 2024 está muy sujeto. En la tradición fichadora del Barça los grandes torneos de selecciones siempre se tuvieron en cuenta y, en algunos casos, llegaron a decidir fichajes tras ‘testar’ jugadores en Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos •
JOHAN NEESKENS
Firmó en pleno Mundial de 1974 Johan Neeskens firmó con el Barça el 20 de junio de 1974, tres días antes de que el centrocampista de la sensacional selección holandesa, que acabó siendo subcampeona, le marcara dos goles a Bulgaria en el Mundial. Josep Lluís Vilaseca y
Armand Carabén cerraron en Hiltrup el acuerdo con Jaap van Praag, presidente del Ajax. Neeskens había ganado tres Copas de Europa con el club de Amsterdam bajo el liderazgo de Johan Cruyff, cuya llegada al Camp Nou a finales de 1973 y la presencia en el banquillo de Rinus Michels sin duda colaboró. El Barça pagó 47 millones de pesetas por llevárselo del Ajax.
HANSI KRANKL
Argentina-78 y el relevo de Cruyff Johan Cruyff dejó el Barça al finalizar la temporada 1977-78, tras jugar cinco años de azulgrana. Relevar a uno de los mejores futbolistas de la historia no era tarea fácil en un Barça que estrenaba presidente en la figura de Josep Lluís Núñez. El internacional austriaco había despuntado en el Rapid de Viena conquistando la Bota de Oro, pero siendo un gran rematador no se le veía como una estrella del impacto de Johan. Sonó Kevin Keegan, campeón de Europa con el Liverpool, para llenar ese hueco. Mientras, el Valencia quiso unir en su plantilla a Mario Kempes, que acabaría siendo máximo artillero y campeón con Argentina del Mundial de 1978, con Krankl, a quien prácticamente tuvo fichado. Finalmente, el sueño ‘che’ se fue al traste por la irrupción del Barça, que reparó definitivamente en el potencial de Krankl viéndole marcar para Austria en el Mundial goles tan notables como el que le marcó a la España de Kubala. Su fichaje por el Barça se cerró el 28 de junio, tres días después de que Kempes liderara el triunfo albiceleste en el Mundial. El Barça compró a Krankl por 69 millones de pesetas.Tras una gran temporada de estreno (Pichichi con 29 goles y campeón de la Recopa) su estancia en Barcelona se estropeó más pronto que tarde.
BERND SCHUSTER
Su Eurocopa 1980, el trampolín El presidente Núñez quiso dar un nuevo impulso al Barça 1980-81 y contrató como entrenador a Kubala. En verano no logró avanzarse la llegada de Diego Maradona, que finalmente cuajó para 1982, y se intentó el fichaje de la gran sensación de la Eurocopa, el sensacional medio alemán de 20 años Bernd Schuster, clave en la Alemania campeona. El mal arranque del Barça precipitó una nueva ofensiva por un jugador que fue designado Balón de Plata. Un ambiente celoso de los veteranos respecto al emergente joven precipitó su repentina marginación en el
Colonia y una negociación para su venta al Barça por 175 millones de pesetas. Schuster fue el mejor organizador de su época. Jugó en el Barça hasta 1988 y pudo formar pareja de extranjeros con Diego Maradona.
GARY LINEKER
Artillero del Mundial de 1986 Precisamente, el enfrentamiento entre Bernd Schuster y el técnico inglés
Terry Venables precipitó un relevo en los extranjeros del Barça 1986-87. El club culé cerró el fichaje del delantero internacional inglés Gary Lineker el 30 de junio, un día después de que la Argentina de Maradona se proclamara campeón del mundo en un torneo en el que Lineker acabó como máximo artillero con 6 goles. El Barça pagó al Everton unos 600 millones de pesetas. Lineker estuvo tres temporadas en el Barça, anotando 42 goles en 103 partidos, pero dejó un buen recuerdo por su carisma en una época dominada en títulos por el Real Madrid de la Quinta del Buitre.
ALOISIO PIRES
Los Juegos de Seúl traen al central Los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988, fueron la gran presentación internacional de dos cracks de Brasil que se colgaron la medalla de oro, los goleadores Romario y Bebeto. El primero acabó fichando por el PSV ese verano y no llegó al Camp Nou hasta 1993. En aquel mercado estival postolímpico aterrizó en el banquillo culé Johan Cruyff, que se trajo de Seúl a un semidesconocido central brasileño: Aloisio Pìres. El defensa, del Inter de Porto Alegre, costó 155 millones de pesetas. Lo más granado de su carrera lo hizo a partir de 1990 en el Porto.
GICA HAGI
EE.UU. 1994 lo trajo desde Brescia
El rumano George Hagi, el ‘Maradona de los Cárpatos’, fue uno de los fichajes rutilantes del Real Madrid de inicios de los 90, pero su vitola de ‘nuevo Puskas’ se apagó pronto y acabó recalando en 1992 en el modesto Brescia italiano. Liderando a la selección rumana que dejó una grata impresión en el Mundial de 1994, Cruyff vio en el virtuoso cañonero de 29 años a un relevo ideal para cubrir la marcha de Michael Laudrup, que se largó al Real Madrid. Ocho días después del Mundial conquistado por el Brasil de Romario, el Barça compró a Hagi al Brescia por 400 millones de pesetas. Estuvo en el Camp Nou hasta 1996, con un discreto paso pese a algún gol de bandera.
ALFONSO PÉREZ
La Eurocopa 2000 y aquel doblete Alfonso Pérez fue otro jugador al que una buena actuación en un torneo de selecciones le abrió la puerta del Barça. En verano de 2000, el club culé vivió uno de sus episodios más duros, la fuga de su capitán Luis Figo al Real Madrid. 22 días después de acabada la Eurocopa 2000, en la que Alfonso dejó dos goles milagrosos a última hora que salvaron de la eliminación a España ante Yugoslavia, Figo fue presentado como merengue. El presidente culé, Joan Gaspart, quiso devolver el golpe fichando a un canterano madridista como Alfonso, que por entonces triunfaba con sus goles en el Betis. Con Llorenç Serra Ferrer de entrenador del Barça y avalador de Alfonso, mediado agosto de 2000 se pagaron 20 millones de euros al club verdiblanco. Su huella azulgrana fue imperceptible •