EL MADRID EXHIBE PEGADA
→ Los blancos se plantan en la final y buscarán mañana reeditar el título de la Euroliga → La salida en tromba de los de Chus Mateo dejó al Olympiacos tocado en un duelo desigual
No hubo venganza del Olympiacos tras la final de Kaunas. Los griegos no estuvieron a la altura en la semifinal y acabaron claudicando de nuevo ante un Madrid que está ya a una victoria de revalidar el título de la Euroliga tras imponerse por 87-76 en un duelo desigual.
Es el tercer año consecutivo que los blancos alcanzan el partido por el título y esta vez lucharán por el segundo cetro consecutivo, algo que lograron ya una vez pero de eso hace ya 56 años. El último obstáculo hacia ello será el Panathinaikos de Ergin Ataman, mañana en una final que se prevé apasionante.
Al Madrid casi le bastó con la excelsa puesta en escena para liquidar a los de El Pireo en diez minutos. Con un acierto descomunal y dominando el rebote, amasó ahí ventajas que crecieron hasta los 22 en el segundo cuarto. Vivió de renta después y cerró con un buen final de partido para sentenciar sin apuros.
Dzanan Musa destacó con 20 puntos en un ejercicio coral meritorio del que participaron bien Hezonja, Yabusele, Llull y Poirier. El 12 de 27 en triples y el dominio del rebote fueron factores clave.
Con Ndiaye de titular en el ‘cuatro’, recordando la semifinal del pasado año ante el Barça, y decidido de inicio a elevar el tono de anotación, el Madrid empezó sin dudas, anotando los primeros cuatro triples, con Hezonja de líder. Olympiacos trató de responder el desafío pero apenas lo logró en unas pocas posesiones y mediado el primer cuarto ya cedía por ocho (14-6). Los errores de los griegos, incapaces de generar ventajas dentro de la zona, fueron aprovechados por Campazzo para las transiciones y si a eso unimos el dominio del rebote ofensivo, la eficacia de los de Chus Mateo en este arranque fue máxima. El resultado, un 28-10 al final del período que dejaba el partido medio decidido.
Petrusev trató de levantar el ánimo a los suyos pero no tuvo regularidad el equipo de Bartzokas y lejos estuvo de la constancia física mostrada en defensa durante el playoff con el Barça. La rotación le funcionó
Olympiacos trató de entrar en partido y logró rebajar el déficit a menos de nueve
a Chus Mateo, esta vez con el Chacho de motor y Yabusele y Poirier ejecutando en ataque hasta lograr una máxima renta de 23 (47-24, min. 17) en medio del desbarajuste rival.
De no ser por las canastas providenciales de McKissic antes del descanso, la renta se hubiera disparado hasta los 30. El ex del Gran Canaria no perdió la fe y acertó con tiros lejanos y transiciones para propiciar el cierre al descanso con 56-37.
En el tercer cuarto Olympiacos se reencontró con su defensa y tuvo en Peters un referente para tratar de entrar en partido. Un parcial acumulado de 2-14 entre el final del segundo cuarto y el inicio del tercero acortó la diferencia a 13 (56-43) llegando a los diez (66-56) cerca del final del cuarto.
Las diferencias bajaron a ocho en el último cuarto (77-69) hasta que Sergio Rodríguez y ‘Facu’ Campazzo acabaron con la incertidumbre y cerraron el partido sin esperar a la bocina final. Un desenlace ajustado a guión que reafirma el papel del equipo blanco como gran favorito●