Koeman necesita un arranque fuerte
Aunque llega en un momento evidentemente complicado por todo el ruido que rodea al club, la elección de Ronald Koeman para el banquillo del Barça me parece muy adecuada. Siempre fue un futbolista con los conceptos futbolísticos muy claros y con una visión panorámica del juego en su cabeza. Uno de esos jugadores que, como suele decirse, son la continuación del entrenador en el campo. Y tiene perfil Barça. Que duden de eso me hace gracia, por lo que ha sido Koeman. Y me duele, ciertamente.
El equipo azulgrana va puliéndose poco a poco para comenzar la Liga a un ritmo alto. Sería muy conveniente un inicio exitoso, para despejar dudas y para que Ronald pueda sentirse fuerte desde el principio. Por eso, de entrada, va a jugar sobre seguro, pisando terreno firme y con pocos experimentos. Quizás por esa razón no va a dejar de lado a todos los veteranos. Ya han salido algunos, mientras que otros van a seguir siendo importantes. Pero, claro, siempre con el sistema que él quiere emplear.
El 4-2-3-1 es un sistema que no tiene por qué ser defensivo, pero es verdad que los jugadores del Barça no están acostumbrados a jugarlo, porque llevan años con un 4-3-3, modificado alguna vez hacia un 4-4-2. Pero en realidad lo importante es el trato del balón, la vocación atacante, más que el dibujo táctico. Y eso, a Ronald no se le puede discutir. Su filosofía no engaña, tanto por su etapa en el Barça como por su trayectoria en los banquillos, en equipos como el Ajax o en la propia selección holandesa.
Además, tiene personalidad y currículum para convencer a los futbolistas. Ha sido monje antes que fraile. Cuando llegó al Barça, como jugador, en 1989, en poco tiempo se había convertido en el líder en el campo, el jugador que con una mirada o un gesto entendía perfectamente qué le pedíamos desde la banda. Como se dice, la prolongación del entrenador sobre el terreno de juego.
Ese carácter es fundamental, sobre todo para volver a exigir lo máximo a este grupo, que necesitaba una sacudida considerable. Pienso que Koeman puede liderar esta renovación, que no es una revolución a fondo pero sí una recarga de pilas de una plantilla que aún puede tener mucho que decir si se gestionan bien los esfuerzos y si se compensan las demarcaciones.
No se han hecho todos los cambios que cabía esperar después del triste desenlace de la campaña anterior, pero esto aún no ha terminado. La plantilla que tuvieron Valverde y sobre todo Setién estaba coja. Con los jugadores que ya se han fichado más los que pueden venir (lateral, central, delantero) queda un grupo compensado, con las posiciones prácticamente dobladas, para Koeman.
De todos modos, ya puede Ronald encontrar un delantero que marque los goles que ha marcado Suárez en su etapa en el Barça. Incluso veintidós tantos en su última campaña, pese a estar buena parte del tiempo lesionado y pese a las críticas por su irregularidad propia y la del equipo. Y eso es algo muy difícil. Comprendo que los ciclos terminan y que puede ser conveniente cambiar piezas, para desoxidar y para romper con el acomodamiento lógico después de tantos años ganando, pero si hay algo valioso y difícil de encontrar es gol. Y eso, desde luego, Suárez te lo da. Sólo puedo desearle lo mejor
H