Las caídas en las áreas, bien resueltas
n El Espanyol cayó ayer ante el Leganés en un partido vergonzoso, de lo peor visto en el RCDE Stadium, y firmó su condena para Segunda. No es matemática, pero como si lo fuese por el triste espectáculo visto y tiene muchos números que lo sea en el derbi del miércoles, si no gana al Barcelona.
El Espanyol demostró por qué es el peor equipo de LaLiga, a 11 puntos de la salvación. Un gol de Silva hundió al Espanyol en el farolillo rojo de la tabla, una posición en la que muy posiblemente acabará la Liga, tras un partido vergonzoso de los de Rufete.
El Espanyol acabó con diez hombres por la expulsión de Calleri en el 88’, una doble amarilla por protestar. Un lance esperpéntico que dibuja a la perfección el pésimo partido de un equipo sin alma.
Espanyol y Leganés protagonizaron unos primeros 45 minutos soporíferos, sin ritmo ni fútbol.
Desde el primer instante se vio que el partido entre dos de los condenados a bajar a Segunda División entraría en los anales de los
Cuadra Fernández vio insuficiente pitar penalti en un toque sobre la cabeza de David López en el min. 20. En el 35’, el Leganés reclamó otro al árbitro, que defendió su decisión seguro al verla de cerca. La segunda parte comenzó con una jugada de gol bien anulada al Espanyol por fuera de juego. En el min. 61, Siovas recortó a Javi López, que dejó el tacón y se jugó el penalti. Ni el árbitro ni Hernández Hernández en el VAR lo estimaron suficiente. En el min. 70 hubo otro gol bien anulado a R.D.T. por fuera juego. Calleri se autoexpulsó protestando hasta ver dos amarillas seguidas.
CUADRA FERNANDEZ 3/5 HERNANDEZ HERNANDEZ (VAR) 3/3
duelo más soporíferos de la historia. Ritmo muy bajo, exceso de centrocampismo, falta de tensión, o lo que es lo mismo, parecía un ‘bolo’ de pretemporada. Penoso.
El primer y único remate entre los tres palos se dio en el minuto 22, un cabezazo mordido de Rodrigues que no inquietó a Diego López, tranquilo. Como también lo estuvo el meta del Leganés pues los de Rufete no remataron ni una vez entre los tres palos. Y la única ocasión con algo de peligro llegó en el 45’, tras un centro de Embarba que Wu Lei envió a las nubes.
El único incidente lo protagonizó De Tomás. Quedó tendido en el 38’, tras haber recibido un par de tarascadas y‘groggy’, parecía que no podía continuar, bien por sus problemas físicos o tocado por el calor. Se rehizo y pudo seguir.
Nada cambió en la reanudación, pues ninguno de los dos técnicos movió el banquillo. Pero la falta de ritmo y de tensión ‘mató’ primero al Espanyol, merecidamente.
En el 52’, tras una jugada en la que quedaron vilmente retratados primero Embarba y luego Javi López, Jonathan Silva recibió solo y sin oposición, fusiló a Diego López, poniendo el 0-1. Vergonzoso.
El gol hundió aún más si cabe, a un Espanyol desquiciado. De Tomás replicó con un disparo de falta en el 55’, que se atisbaba peligroso pero que acabó en nada.
Rufete movió ficha en pos de una reacción que parecía imposible, visto el espectáculo. Dio entrada a Vargas y Calleri, por Pedrosa y Wu Lei. Y el Espanyol jugó a partir de ese momento sin lateral zurdo, retrasando su posición David López y jugando con 3 centrales.
Los cambios dieron aire fresco a los de Rufete y empezaron a dominar, con más pólvora arriba y algo más de tensión ante un Leganés más aculado. Así, De Tomás, en el 70’, logró chutar y marcar, un gol que rápidamente quedó anulado por el claro fuera de juego del ariete. Hacía falta bien poco para mejorar el fútbol que se había visto.
El Espanyol lo intentó hasta el final con más corazón que cabeza y poco fútbol, muy poco. Todavía faltaban un par de guindas para adornar el esperpento final. En el 88’, Calleri se autoexpulsó al ver dos amarillas seguidas por protestar, peor imposible. Se fue despotricando contra todo y todos, pero le hizo un flaco favor a su equipo.
Aún faltaba por ver cómo De Tomás fallaba una clamorosa ocasión. En el 89’, sólo a portería vacía envió el balón al cielo. Ni el ‘killer’ sabía marcar, el perfecto dibujo de un Espanyol ya en Segunda
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