Más equipo que tridente

NO LE FUE NADA MAL AL Barça con el Tridente. Un equipo de figuras al servicio del mejor ataque del mundo que asombró al planeta fútbol y fascinó al Camp Nou, tres malabaristas que lograron 363 goles en sus tres años de feliz convivencia (70% del equipo). La fuerza de atracción de los tres astros supuso que el resto de jugadores se sacrificara trabajando para ellos de sol a sol, de modo que se llegó al punto de que no importaba tanto quien formaba la media como que Messi, Neymar y Luis Suárez se divirtieran en los estadios. Naturalmente, todos, plantilla y afición, aceptaron el trato de buen grado porque los resultados fueron incontestables.

Rakitic lo resumió así: “Messi se ha ganado que corra por él”. Con la llegada de Luis Suárez, el trío formado por CR7, Benzema y Bale perdió tirón y no alcanzó la admiración de sus rivales blaugrana.

SIN NEYMAR SE ACABÓ PARTE del show. Con la fuga del brasileño muchos han visto una magnífica oportunidad de recuperar el protagonismo del conjunto tras un periodo de supeditación que forzó a Luis Enrique a ser más directo. Al final, Busi se perdía en la inmensidad del campo e Iniesta no encontraba compañía. Una de las tareas de Valverde es la de devolver el protagonismo a los medios y el equilibrio, una tarea con la que comulga perfectamente porque se trata de recuperar el rol colectivo sin servidumbres. El técnico dispone de medios de todas las tipologías que le permiten elegir entre varios dibujos y rotar con garantías con Messi en el puente de mando. Otro modo de ganar.

EL BARCELONISMO QUE DUDA está con el equipo pero quiere cargarse de razones de que este Barça coral puede volver a dominar en Europa y a ganarle la partida al Real Madrid. En ello está el ‘Txingurri’, un técnico minucioso y discreto sobre el que están clavadas las miradas. Esta semana Dembélé ha tenido clases extra para que entre ya en juego. El Camp Nou tiene muchas ganas de acogerle