Sampaoli empieza con triunfo engañoso
Victoria de prestigio de Argentina sobre Brasil en el amistoso de Melbourne, pero el juego no convenció y Messi no brilló en el nuevo sistema
Los triunfos no sólo provocan alegría: generan confianza, dan tranquilidad. Más en un debut. Por eso el grito eufórico de gol de Sampaoli en su primera vez en una cancha con su nueva ropa. Ganar un clásico con Brasil siempre es importante para Argentina. Aun cuando las conclusiones tengan que ver más con la nueva búsqueda estratégica, con la renovación de nombres, que con un funcionamiento. El 0-1, de hecho, es totalmente engañoso. Mirado más desde la creación de juego que desde la efectividad, en el amistoso de Melbourne lo justo hubiera sido un empate.
Porque Messi no brilló como Messi puede hacerlo y la selección argentina sólo aprovechó su superioridad en el primer tiempo, con un remate al poste de Di María en el 6’, otro disparo del Fideo que desvió Weverton en el 39’, una zurdazo que se marchó cerca del poste de Dybala en el 43’ y el gol en el 45’ de Mercado, quien volvió a demostrar que tiene un pacto con los momentos importantes: un rebote tras cabezazo de Otamendi al poste le quedó justo delante de sus botas para empujar el balón sin portero.
Brasil, que añoró a Alves, Marcelo y Neymar, los tres de vacaciones, creó poco peligro en la primera parte, pero en la segunda perdonó el empate. Increíble el gol que se comió Gabriel Jesús en el 63’. A portería vacía, tras driblar a Romero, remató al poste derecho. El rechace lo estrelló Willian al poste izquierdo. Poco antes Romero había desviado otro disparo del delantero del Manchester City.
La Argentina de Sampaoli defendió con una línea de tres; en su momento más relevante del partido tuvo presión alta; buscó ser prolijo en la salida; intentó que la pelota saliera limpia con un 5 como Banega; y trató de romper por un Di María menos acelerado que otras veces. Dejó ver debutantes... Lo malo es que sufrió atrás en el uno contra uno en el fondo. Y que Messi tuvo un partido flojo: responsabilidad de él, aunque también de un equipo que lo encontró poco. Eso es siempre para preocuparse. La sociedad con Dy- bala quedó en una amenaza no concretada. El zurdo de la Juve entró poco en acción y fue reemplazado.
Así, se festeja más el triunfo que el juego. Sobre eso habrá que trabajar, porque los tres puntos que valen son los que hay en juego contra Uruguay, el 31 de agosto. Allí Messi deberá ser Messi, Argentina deberá ser Argentina, y sumar para ir a Rusia.
Primera derrota de Tite
En el lado brasileño, la moral máxima no se altera con esta derrota porque, con Tite en el banquillo, sufrió su primer traspié luego de nueve victorias (ocho de clasificación para el Mundial y un amistoso) que han servido a la ‘canarinha’ para lograr de forma anticipada el billete para el Mundial de Rusia 2018 y el número 1 en el ránking mundial