El narrador en el punto de mira
Una tertulia reflexionó sobre el papel que deben ejercer los narradores de fútbol
Magnífica e interesante tertulia en el programa ‘Esport Club’ de Esport3 esta semana sobre el papel de los narradores de los partidos de fútbol. Jordi Sanuy ejercía de moderador con Miguel Ángel Román (DAZN), Alba Oliveros (La Liga TV), Eudald Serra (Catalunya Ràdio) y Lluís Flaquer (Cadena SER) como invitados. La conversación, que tuvo un tono reposado y ameno lejos de la intensidad narrativa a la que nos tienen acostumbrados, abordó múltiples aspectos del oficio. Desde cómo ha evolucionado la figura del narrador y como el espectáculo los está convirtiendo en uno más de los protagonistas, hasta el tipo de relato que se espera de ellos. Entre todos los periodistas tejieron una conversación muy enriquecedora sobre la influencia de la radio en el tono de las narraciones televisivas, la manera de gestionar la pasión y el control de la voz en momentos de máxima intensidad. Debatieron sobre determinadas tendencias, como la construcción de una exaltación que en ocasiones incluso supera la emoción del partido o la obsesión por evitar los silencios llenando de palabras cada segundo de juego. Fueron sustanciosas las reflexiones sobre cómo cantar los goles, la importancia de no homogeneizar su trascendencia a través de un grito estandarizado. Valoraron los equilibrios entre la indispensable preparación previa de un partido y la capacidad de improvisación, clave para transmitir espontaneidad y sinceridad. Fueron muy acertados los ejercicios comparativos que planteó Jordi Sanuy, mostrando cómo han cambiado las narraciones a lo largo de la historia. Contrastaron dos goles importantes, el primero cantado por José Ángel de la Casa en 1988 y el segundo por Manu Carreño en 2018. También observaron las diferencias culturales que hay entre las narraciones alemanas o inglesas y las españolas, teorizando sobre como el talante de una sociedad, su vínculo con el fútbol y las tradiciones mediáticas acaban influyendo en la manera de narrar. Por supuesto, no se olvidaron de comentar la necesaria y progresiva incorporación de mujeres en las narraciones. Fueron casi cuarenta minutos de reflexión sobre el oficio, algo que cada vez se estila menos y se debería practicar más ●