El Sevilla sigue sumando de uno en uno
Los de Julen Lopetegui continúan segundos pero necesitan ya una victoria para no complicarse el pase a octavos de final
➲ El Sevilla arrancó un empate de su visita al Lille en el moderno Pierre-Mauroy que le permite mantener su segunda plaza en el grupo G, pero que obliga a sumar tres puntos en la próxima jornada si no quiere complicarse su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones precisamente de nuevo ante el campeón francés en el Sánchez Pizjuán. El triunfo del Salzburgo frente al Wolfsburgo en el otro partido del grupo permite a los de Lopetegui no descolgarse pese a acumular sólo tres puntos fruto de tres empates y no conocer aún la victoria, aunque tampoco la derrota.
Los andaluces fueron de más a menos, aunque controlaron bien a un peligroso rival que no pasa por buen momento, pero que tiene futbolistas de ataque muy veloces quese habían convertido en la máxima preocupación del ex seleccionador.
El Sevilla, sin Koundé (pese a que viajó) y sin En-Nesyri en el once, practicó desde el inicio un fútbol más alegre de lo que venía demostrando en los últimos partidos, lo que había provocado críticas a Lopetegui de una parte de la afición o, al menos, un debate ante el que tuvo que salir al paso Monchi.
Pero en Lille, quizá consciente de lo que se jugaban, los andaluces salieron decididos a dar un golpe en la mesa y estrenarse de una vez en la presente edición de la Champions. Suso y Ocampos recordaron al Sevilla de los buenos tiempos y probaron insistentemente a Grbic, que vio de cerca hasta seis intentos serios de su rival. La más clara pudo ser una provocada por él mismo en un fallo en la entrega al sacar de puerta. Rafa Mir, con el meta batido, estrelló el balón en el cuerpo de Djaló, que evitaba el 0-1. También tuvo errores el Sevilla atrás que estuvo a punto de aprovechar el Lille. Una mala entrega de Acuña dejó solo a Renato, pero éste tiró al cuerpo de Bono, que salvó la situación.
La segunda mitad empezó con problemas para Lopetegui, pues fueron apareciendo problemas físicos en una plantilla ya de por sí mermada. Rekik, sustituto de Koundé, se rompió al poco de la reanudación, lo que solventó el técnico vasco retrasando a Fernando y poniendo en el campo a Joan Jordán. Poco después era Acuña el que se resentía de molestias que ya le dieron problemas con Argentina y apareció el sueco Augustinsson en su lugar.
Un intento de chilena de Lucas Ocampos fue la mejor ocasión del Sevilla en una segunda mitad en la que perdió fuelle y en la que se fue protegiendo por dentro ante la velocidad de las contras francesas. El Lille pidió penalti en una mano de Delaney que además parecía fuera del área, en casi el único susto para un Sevilla que también la tendría en un remate flojo de Lamela, que había salido por Ocampos.
El Sevilla sigue vivo, pero necesita, pero ya, una victoria ●
Rekik se rompió al poco de la reanudación y Acuña se resintió de sus molestias