El gigante noruego reta a Mbappé
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Haaland reconoció que el hat-trick del francés le motivó
Un monstruo vino a verme al Sánchez-Pizjuán. Eso es lo que debió sentir el Sevilla cuando Haaland reventó la eliminatoria con dos zarpazos en la primera parte. Su doblete deja a los de Lopetegui al borde la eliminación en la Champions, una competición que no sabe descifrar como la Europa League entre otras cosas porque allí no se cruza futbolistas tan devastadores como el nueve nórdico. Haaland es un futbolista que parece diseñado en un laboratorio y destinado a colonizar Europa. Lo sufrieron Koundé y Diego Carlos. Cuando le echaron el lazo, ya era tarde. La herida ya estaba hecha pero Lopetegui supo cortar la hemorragia con los cambios y mantener con un hilo de vida a su equipo para la vuelta.
La exhibición del noruego reabre el debate sobre qué delantero condicionará más el futuro del fútbol continental, si él o Kylian Mbappé. A la maravillosa actuación del francés en el Camp Nou respondió el noruego con un despliegue de potencia y pegada que dejó al Sevilla noqueado, víctima de la voracidad de un atacante al que no se le adivina techo. El propio Haaland reconoció que el hat-trick de su rival en Barcelona fue un acicate. Haaland solo tiene ojos para la portería rival. Todo lo demás es accesorio, hasta el juego, del que puede desconectarse hasta que huele el peligro. No tiene la finura ni es tan vistoso como Mbappé, pero eso a Haaland le da lo mismo. Si algo cabe reprocharle al nórdico fue su conformismo en la segunda parte, circunstancia que dio alas a un Sevilla tocado pero no hundido
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