1. El Athletic impone su hoja de ruta
A estas alturas ya se puede afirmar que Ronald Koeman es un entrenador de repeticiones. En Valladolid (0-3), por ejemplo, le funcionó un sistema con tres centrales con cierto sentido por las circunstancias y se tiró a la piscina con la misma idea en el siguiente partido en el Camp Nou ante el Eibar (1-1), ya sin ninguna lógica táctica por la forma de jugar del rival. Una vez vio que el invento ya no servía, lo tiró a la basura y ya no lo volvió a utilizar. Ayer, en la final de la Supercopa de España, pasó algo similar.
Pese a las molestias físicas de Dest y Messi, alineó el mismo once que el 6 de enero se impuso de forma brillante 2-3 al Athletic en San Mamés, ya con Marcelino de estreno en el banquillo vasco. También fue el mismo plan, con Pedri y De Jong, que maravillaron ese día, de interiores escalonados. Y, claro, el técnico asturiano lo vio venir y esta vez puso remedio, consiguiendo que el canario y el holandés nunca se sintieran cómodos, tapando todas las línea de pase hacia ellos de Busquets, Araujo o Lenglet. Como Messi, mermado físicamente, se ofreció menos, el Barça de ayer fue una sombra respecto al día de Reyes.
Lo de Dest, ‘tocado’, lo arregló Koeman dando entrada a Mingueza tras el descanso. Y puede que si no hubiera ‘tocado’ nada más, la Superocopa sería azulgrana. En la prórroga echó de menos a Pedri y Dembélé,
a quienes cambió por Pjanic y Braithwaite con 2-1 a favor en el 88’.
En la prórroga, tras el 2-3 de Wil- lliams, ya todo fue a la desesperada. Entraron Riqui y Trincao por Bus- quets y Lenglet para aportar chis- pa, Araujo acabó de ‘9’ y De Jong, de central para romper la primera lí- nea de presión. Una vez más, el caos táctico final no dio ningún fruto, Y sin Messi, expulsado, menos
Hresionar a la defensa de Ter Stegen o conceder balón al Barça para jugar a la contra? Fue lo primero y desde el inicio a los de Koeman les tocó protegerse y no cometer errores atrás. Duda resuelta. Sin poder progresar con la pelota, la verticalidad de Pedri, De Jong, Dembélé, Griezmann y Messi resultaba imposible. Ritmo bajo, partido sin incidencias en las áreas hasta el minuto 25 cuando llegó el primer remate protagonizado por Capa y limpiamente despejado por Ter Stegen. El Barça estaba a la espera de su momento; el Athletic mantenía el asedio y, de esa manera, conseguía dejar sin balón a Messi. Un zurdazo desde fuera del área, por encima del larguero, fue la entrada de Leo al partido y desde ese minuto, el 36’, el equipo azulgrana pudo intercambiar ataques con el conjunto rojiblanco.
En el 40’ y 42’ llegaron los dos goles: primero marcó Griezmann tras recoger una jugada entre Messi-Alba y en la acción siguiente De Marcos devolvió el duelo al empate recibiendo un buen pase de Williams a la vez que entraba por la espalda de Jordi Alba. En dos minutos, de la alegría a la decepción y 4’ después, descanso
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