LA ‘TORMENTA’ PERFECTA
El Atleti recuperó sus señas de identidad en el momento y ante el rival adecuado Peligro aéreo, intensidad en el juego, presión ambiental y fiabilidad defensiva
El Atlético de Madrid vivió su primera gran noche del Wanda Metropolitano. Ese tipo de partidos que convierten en leyenda a un estadio, a un equipo, a una afición. Todas esas partes se fusionaron en una ‘tormenta’ perfecta que destrozó a la todopoderosa Juventus de Turín para poner contra las cuerdas al cuadro italiano.
La prensa internacional se ha hecho eco de la ‘paliza’ más emocional que por resultado, aunque un 2-0 nunca fue capaz de remontarlo el cuadro italiano en su historia en Europa. “El Atlético le enseña la puerta de salida a Cristiano”, que defendía la prensa inglesa es de lo más suave que se podía leer. Muchos recados para Cristiano Ronaldo y “su incapacidad para marcar la diferencia”. Incluso leyendas del fútbol transalpino cargaban contra la Juventus. “Fue un equipo sin personalidad. Si no eres capaz de soportar un ambiente como el del Metropolitano no puedes pensar en ser campeón de Europa”, explicaba Pirlo, una referencia para la Juventus.
Pero más allá de lo que le pasase a la Juventus, que lo que le pasó fue un trailer rojiblanco por encima, el Atlético vivió una ‘tormenta perfecta’ en la que recuperó su esencia, generó una magia especial en el Metropolitano y volvió a asombrar a Europa.
Andaba el equipo de Simeone un tanto perdido en sus esencias. Y todo eso se recuperó en el momento preciso. Las jugadas a balón parado habían sido una seña de identidad de los mejores años del Atlético de Madrid con el argentino Diego Pablo Simeone, claves El Atlético de Madrid jugó el mejor partido de la temporada, recuperando sus señas de identidad, en el momento y ante el rival adecuado, incluso cuando llegaba con muchas dudas a la cita. para la conquista de la Copa del Rey 2013, con un cabezazo del brasileño Joao Miranda y la Liga 2014, con otro del uruguayo Diego Godín. Por esa vía llegaron los dos goles colchoneros.
Además, el Atlético ahondó en su estilo de contra. Venció el encuentro por un claro 2-0 con solo un 38 % de tenencia del esférico, por el 62 % del rival. Tener el balón pero para qué, para hacer daño. Como tercer punto, el equipo colchonero volvió a recuperar su antigua intensidad. Los jugadores rojiblancos recorrieron 108.378 metros en conjunto durante el encuentro. Se dejaron la vida, incluso jugadores como Koke o Costa, que volvían tras lesión.
Y por último, el Atlético volvió a recuperar esa fiabilidad defensiva que le había caracterizado en sus éxitos pretéritos. En muchos partidos de este curso, tras ponerse por delante, fue incapaz de mantener la victoria. Y en esta ocasión no hubo dudas.
Llevado por un público enardecido, que no paró de animar y que demostró que el Wanda Metropolitano puede ser un digno heredero del Vicente Calderón. “Estamos creando una nueva esencia”, reconocía Koke al acabar