“Barto, échales a todos y luego vete tú”
Si hubiera sido Monchi quien levantase al Barça un fichaje que había anunciado sin tenerlo firmado, hoy exigiríamos que ese ridículo costase cabezas
Hace 42 años,el domingo 13 de juno de 1976, el aún llorado Fernando Borderías apareció en los estudios de Miramar con un futbolista bajo el brazo. Por primera vez en la historia, en el programa ‘Sobre el Terreno’, un jugador se ponía la camiseta del
Barça antes de que le presentara el club. Era
José Carrete, lateral del Oviedo. La operación costaba 16 millones de pesetas más la cesión de dos jugadores: Macizo y Martínez.
José Carrete no firmó por el Barça, se fue al Valencia, fue internacional y jugó en Mestalla hasta que colgó la botas. Hoy revivimos su caso a propósito de Malcom, el Barça y la Roma. Y es que los clubs llevan toda la vida levantándose jugadores unos a otros. Carrete, hace cuatro décadas, cometió la imprudencia de vestirse de blaugrana cuando no había firmado. Acabó de blanco.
Siendo verdad que el Barça tiene un amplísimo historial de fichajes con denominación de origen Monchi (comprados por él baratos y vendidos carísimos al Barcelona) esta vez
el error ha sido del DT de la Roma. Y para entender el caso, lo mejor es planteárselo a la inversa. Imaginemos que Girondins y FC Barcelona anuncian el acuerdo por Malcom Filipe Silva de Oliveira. Monchi, bien informado y sabiendo que no hay nada firmado ni con los clubs ni con los futbolistas, hace una oferta de ultima hora, paga un par de millones más y ficha al brasileño.
La cara de idiota que se le habría quedado a todo barcelonista viviente habría sido de las que hacen época y el periodismo, tras preguntarnos cómo se puede anunciar a un jugador sin tenerle firmado, habría reaccionado, con toda la razón del mundo, pidiendo cabezas. Exigiéndole a Josep Maria Bartomeu que antes del amanecer estuvieran en la puñetera calle Pep Segura, Eric Abidal y Ramon Planes. Y que después de desayunar, él mismo presentase la dimisión y, en vez de ir a Portland, se fuera de vacaciones a Menorca.
El Barça ha hecho mal muchas, muchísimas cosas, pero en esto de Malcom quien se ha equivocado ha sido la Roma. Ni un secretario técnico amateur hace público un fichaje sin tener los papeles firmados. Pero eso sí, Monchi, en su monumental cabreo, tiene derecho a patalear contra el Girondins y contra el jugador. El acuerdo lo tenía. Sin firmar, pero lo tenía. En cuanto al Barça, Monchi sabe que el agente de Malcom -llevaba mes y medio hablando de este fichaje con el Everton, el Tottenham, el Inter y, sí, el Barça. Y eligió Barça