El plan del cazador
LUIS SUÁREZ HA CONVOCADO AL
barcelonismo a hacer historia, a construir la remontada más fabulosa, la victoria más titánica y la hazaña que le falta a este Barça que ya ha despertado del shock y ofrece positivos síntomas de recuperación. Quizá porque el ‘cazador’ es originario de un país pequeño, Uruguay, con menos de 3.500.000 habitantes, cuyos futbolistas fueron capaces de protagonizar el Maracanazo en 1950 y atesoran dos Mundiales por carácter, atrevimiento y talento, el charrúa blaugrana es el más indicado para dejarse convencer en creer en lo que nadie cree. El carácter catalán es muy de evitar el ridículo y esquivar las debacles. De dejar hacer primero, para sumarse después. Las generaciones más jóvenes son intrépidas, desafiantes y descaradas, acostumbradas a ver un Barça ganador. Irreverentes. Por una vez hay que dejarse llevar, desafiar la lógica, ser locos y empezar a preparar los ritos más íntimos. Luisito y el Barça volvían a sonreír ayer en el entrenamiento. Di María, Sanchís y Panucci acaban de reconocer que se pasa muy mal en un Camp Nou rugiente.
ESTE BARÇA QUE ESTUVO OCHO
años sin faltar a todas las semifinales de Champions (2008 a 2015) y la temporada pasada llegó a cuartos, merece todo el crédito y el apoyo popular a pesar de sus apagones. Se percibe que la grada no fallará el 8 de marzo, pero tampoco el equipo que tiene por delante cuatro partidos (Leganés, Atlético, Sporting y Celta) para volver a reencontrarse con el fútbol. Cuatro partidos para volver a ser el Barça añorado e imbatible que impone su autoridad y jerarquía.
EL PLAN DEL PARTIDO ES SOLO
uno y ya está escrito, cuatro goles. El fútbol, el balón, las solidaridad entre líneas y la intensidad es la única pócima para cumplir con el plan que ha propuesto Luis Suárez, marcar un par de tantos antes de minuto 20 o del 45. Los primeros signos de rebeldía de aficionado y equipo han de verse mañana ante el Leganés