El nuevo reglamento
El Mundial de Rallies se renueva en 2017 en todos los sentidos. Más potencia, menos peso, más agarre, mayor importancia de la aerodinámica y más seguridad son algunos de los puntos clave para entender los principales cambios de los nuevos coches WRC que se verán en el Mundial. Unos prototipos que sólo podrán utilizar los equipos oficiales y que supondrán, según los especialistas y pilotos, una auténtica revolución en el campeonato.
El objetivo de estos cambios no ha sido otro que aumentar el espectáculo, siempre obligando a que las marcas no se desvíen del todo de sus ideas comerciales, algo muy importante para que las fábricas sigan apostando en esta competición. Cuando se empezaba a hablar de estas nuevas normas y el aumento de potencia, muchos románticos soñaban con ver algo parecido a los históricos Grupo B que en los años 80 maravillaron al mundo con sus más de 500 caballos de potencia. Una barbaridad a la que no se llegará pese al aumento de potencia de este curso.
MÁS POTENCIA
Los nuevos WRC tendrán un aumento de potencia considerable respecto a los coches de 2016 debido al aumento del diámetro de la brida de admisión de aire de los motores, que pasará de 33 a 36 milímetros, haciendo que los WRC de nueva generación alcancen los 380CV en motores que seguirán siendo de 1600 cc. “Tres milímetros no parecen mucho, pero en caballos se transforma en 50CV más aproximadamente que el año pasado”, apuntó a MD Óscar Sampayo, que actuó en 2016 como ingeniero de motores del Volkswagen Motorsport. Además, cabe destacar el nuevo sistema de transmisión de dichos coches basado en un nuevo diferencial central electrónico.
MAYOR AERODINÁMICA
Los cambios técnicos afectan a todo el coche. Concretamente, se ha aumentado la anchura de los coches en 55 milímetros, se ha reducido el peso en 25 kg y se han incorporado muchos elementos aerodinámicos. Muchos equipos apostarán por llevar elementos aerodinámicos delante de las ruedas delanteras y añaden un alerón trasero con mucha relevancia para el rendimiento del vehículo, aumentando así el agarre gracias a la carga aerodinámica adicional. Todo ello afectará especialmente en el paso por curva, mucho más rápido este año, y permitirá que los pilotos den más gas que el pasado año, aumentando la velocidad media de los tramos