El Celtic frena la racha del City
El olfato de Dembélé, con dos goles anotados, deja la serie de Pep Guardiola en diez triunfos consecutivos
Un cóctel llamado agitación. Ese fue el mejor resumen de un choque en el que el 3-3 final corroboró el empeño del Celtic para impedir el triunfo del Manchester City, ahora a dos puntos del Barça antes de ir al Camp Nou.
“En la Champions no hay rival pequeño”, subrayó Guardiola semanas atrás, preguntado por los escoceses. Arropado por las gradas de su histórico estadio, el equipo de Rodgers salió a morder. Encontró pronto el 1-0, obra de Dembélé, que culminó en fuera de juego una falta ensayada (3’). El gol generó algunas turbulencias en el City, incrédulo ante lo sucedido. Sin embargo, el conjunto inglés dejó atrás errores individuales y anestesió el éxtasis local. Fernandinho, tras recoger un rechace, definió ajustado sobre Gordon para igualar el marcador (12’). El encuentro no cesó en cuanto a revoluciones, ambos cómodos en el cuerpo a cuerpo. En una de esas acciones, un ataque rápido del Celtic devolvió el júbilo sobre Glasgow. Rogic condujo por el carril central, asistió a Tierney y el centro de éste lo desvió Sterling. El balón entró ante la resignación de Bravo, impotente (20’).
Silva apareció cuando más lo necesitaron sus compañeros. Un buen pase filtrado a Sterling lo mejoró todavía más el inglés, que amagó al portero y definió a portería vacía para poner el 2-2 (28’). Hasta el descanso el City se adueñó de la posesión, aunque el Celtic sostuvo el envite y se fue al túnel de vestuarios orgulloso de lo conseguido.
Más sorpresas quedaban para el segundo tiempo. Nada más empezar, Dembélé situó el 3-2 (47’) tras rematar de forma acrobática. Poco le duró la ventaja, ya que el City no se rindió. Otra vez Silva, clave en desencallar momentos difíciles, sirvió un gran pase sobre Agüero. Gordon salvó el primer disparo, pero nada pudo hacer con el de Nolito, que empujó el 3-3 (55’).
A la desesperada, el técnico catalán intervino con dos cambios con el objetivo de remontar. Lo probó sin respiro, pero la intensidad de los locales combatió la calidad de los de Manchester. Diez victorias después, el City de Pep se quedó a las puertas de su récord. Empató en Glasgow y Rod Stewart escenificó la alegría del Celtic, que se lleva un punto de oro