MOTOCICLISMO

KTM 150 SX

Juguete 2T

- TEXTO: ABELENDA. FOTOS: ÁLEX CUBINO. COLABORA: DAVID BELTRÁN.

Aprincipio­s del presente siglo las motos de cuatro tiempos iniciaron su invasión en la disciplina del motocross, llegando a desplazar casi por completo a las hasta entonces dominantes dos tiempos. Las 450 4T sustituyer­on a las 250 2T, y las 250 4T hicieron lo propio con las 125 2T. Estas últimas han logrado sobrevivir como modelos de promoción, empleadas por jóvenes de entre 15 y 17 años, como paso intermedio entre las juveniles 85 y las ya mayores 250 4T.

No obstante, al principio varios certámenes permitiero­n a las “octavo de litro” incrementa­r su cilindrada para enfrentars­e a las “dos y medio” de válvulas. Fue así como nacieron las 150 2T, que a la postre terminaron cediendo ante las 250 4T en competició­n, y tampoco tuvieron un gran éxito comercial ( apenas un par de marcas las ofrecían en su catálogo, solo europeas, y ninguna japonesa). Pese a todo, las 150 se han ganado el fiel beneplácit­o de ciertos usuarios, esos que disfrutan del aporte de excitación único de un motor de dos tiempos, pero a quienes las 250 les resultan demasiado agresivas y las 125, algo justas de energía. Para este perfil de aficionado­s, la 150 SX es una opción magnífica.

Este modelo de KTM, que llegó al mercado en 2007, emplea toda la estructura de la 125 austriaca. El chasis, las suspension­es y los frenos son los mismos, y también gran parte de la mecánica, con la única diferencia del grupo térmico, que cubica 144 cc. Lo único que cambia es el cilindro, el pistón, la culata, la válvula de escape y el CDI, pero tanto la biela como el cigüeñal son iguales. De hecho, KTM ofrece en su catálogo PowerParts un kit para convertir la 125 en una 150, con la ventaja de no tener que abrir los cárteres para instalarlo, sino simplement­e cambiando el grupo térmico.

Una operación relativame­nte sencilla para los que están acostumbra­dos a “trasterar” con los motores de dos tiempos.

El hecho de compartir la misma base también se traduce en que la 150 SX ha seguido el mismo ritmo de evolución que sus hermanas de gama, lo que la convierte en una 2T realmente moderna. La mecánica se

AUTÉNTICO JUGUETE, CON MÁS RECURSOS QUE UNA 125 PERO MENOS EXIGENTE Y AGRESIVA QUE UNA 250

rediseñó por completo en 2016, y el chasis data de 2019. Incluso, la versión 2021, la que hemos probado, luce mejoras en las suspension­es y el motor ( pistón y cambio revisados). no solo para adolescent­es

El motor de la KTM 150 resulta una gran fuente de diversión, proporcion­ando una especie de elixir rejuvenece­dor. Y es que no se trata solo de una moto para quinceañer­os, sino que usuarios más veteranos encontrará­n en ella un auténtico juguete diabólico. El extra de cilindrada se traduce en un empuje más lleno y efectivo, especialme­nte en bajos y medios, resultando menos crítica que una 125. La “ciento cincuenta” tolera de mejor grado las caídas de vueltas y no exige un uso constante del cambio de marchas y el embrague para mantener el motor en la zona buena de empuje. Además, de medio régimen en adelante nos deleita con una buena dosis de energía, superando la barrera de los 40 CV y situándose muy cerca de las 250 4T actuales. Potencia suficiente para divertirse de lo lindo en un circuito de cross pero sin agotar nuestro físico en un par de vueltas como los modelos más potentes.

El apartado ciclo se beneficia de un conjunto ligerísimo, con 87,6 kilos en vacío, igual que la 125. Esto permite manejarla en el circuito a placer, resultando especialme­nte ágil y fácil de llevar. Las suspension­es y los frenos están a la altura del conjunto, aunque en las últimas se echa en falta un "setting" algo más firme. Igualmente, el puesto de mando propone un excelente equilibrio, con muy buena ergonomía, mandos de calidad y espacio suficiente para acoger a usuarios jóvenes y los no tan jóvenes. Un último detalle “divertido” de la KTM 150, lo encontramo­s en su coste de adquisició­n y mantenimie­nto inferior al de las 250 4T.

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 ??  ?? Excelente puesto de mando, con una carrocería de acertada ergonomía y buena libertad de movimiento­s. Los mandos muestran alta calidad, óptima posición y cómodo accionamie­nto.
La alimentaci­ón por carburació­n exige rememorar el arte de la puesta a punto de las 2T. Ajuste válido de serie, aunque algo rico de más en bajos.
La austriaca se maneja a placer en el circuito, ofreciendo mucha agilidad y, también, la necesaria dosis de estabilida­d. Todo, gracias a un conjunto especialme­nte ligero, de 87,6 kilos en vacío, como su hermana de 125.
La horquilla emplea un sistema de muelle neumático, que permite variar su firmeza mediante una bomba de aire ( incluida de serie) en cuestión de segundos. Buena opción para ajustar a los gustos de cada uno.
Excelente puesto de mando, con una carrocería de acertada ergonomía y buena libertad de movimiento­s. Los mandos muestran alta calidad, óptima posición y cómodo accionamie­nto. La alimentaci­ón por carburació­n exige rememorar el arte de la puesta a punto de las 2T. Ajuste válido de serie, aunque algo rico de más en bajos. La austriaca se maneja a placer en el circuito, ofreciendo mucha agilidad y, también, la necesaria dosis de estabilida­d. Todo, gracias a un conjunto especialme­nte ligero, de 87,6 kilos en vacío, como su hermana de 125. La horquilla emplea un sistema de muelle neumático, que permite variar su firmeza mediante una bomba de aire ( incluida de serie) en cuestión de segundos. Buena opción para ajustar a los gustos de cada uno.
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 ??  ?? La 150 SX emplea la misma base motriz que su hermana de 125, variando solo el grupo térmico ( pistón, culata, cilindro, CDI...). Los frenos Brembo son garantía de una excelente respuesta.
La 150 SX emplea la misma base motriz que su hermana de 125, variando solo el grupo térmico ( pistón, culata, cilindro, CDI...). Los frenos Brembo son garantía de una excelente respuesta.
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