Ideas para su dormitorio.
Un rincón para estudiar, otra cama para invitar a los amigos y espacio para sus secretos componen la lista de deseos de cualquier niño para su cuarto ideal; pero además están tus necesidades. Toma nota.
El dormitorio de los niños es un espacio que debe servir para todo: en él juegan, estudian, se relajan y duermen. Por eso hay que conseguir que se convierta en su habitación favorita de la casa, en su refugio.
A cada edad, su color
¡Nada de colores por sexo, por favor! Eso es de otro siglo. Elígelos mejor según la edad. Para dormitorios de bebés escoge colores suaves y neutros que resultan relajantes. Cualquier tono pastel funcionará. A partir de los 2 años necesitarán colores vivos más estimulantes que despierten su creatividad: turquesa, naranja, verde... Y cuando entran en la adolescencia, busca colores que a ellos les gusten y que les permitan concentrarse.
Sacar partido al espacio
Es imprescindible rentabilizar los metros para guardar todas sus cosas y dejar sitio suficiente para los momentos de juegos. Si el espacio es reducido, incluso una sola cama puede llenarlo todo. En este caso, una abatible es buena idea. Si los niños comparten habitación, la solución te la ofrecen las literas, las camas nido y las camas tren, que algunas tienen almacenaje integrado.
La iluminación adecuada
Adaptar las luces de la habitación a cada espacio en el que los niños estén es fundamental para su desarrollo: las luces de ambiente, de noche, de mesa o de trabajo ayudan a definir cada zona según la utilización que se le esté dando. Por supuesto, la luz natural de día es primordial.
Un buen rincón de estudio
Cuando jugar ya no es lo único que tienen que hacer y toca empezar a hacer deberes, hay que encontrar un espacio dentro de su dormitorio que resulte relajante, práctico y agradable para que se concentren. No vale la mesa del comedor o de la cocina. Debe ser un lugar específico y ha de habituarse a estudiar en él desde el principio. Un escritorio, una silla cómoda, estante y cajones donde tenerlo todo a mano son los elementos básicos junto con la iluminación adecuada. Es preferible colocar bombillas que den luz blanca y fría, más similar a la natural. En una habitación compartida las zonas de estudio de cada uno deben estar perfectamente delimitadas. Y el orden se hace especialmente necesario cuando el espacio es para más de uno.
Utilizar muebles ‘adultos’ es más práctico. La cama, el armario o una butaca que no sean infantiles podrán usarlas más años. Una cama en alto les encanta, pero es necesario extremar la seguridad para evitar accidentes. ¿No sabes dónde ponerlos? Deja algunos de sus juguetes y libros a la vista para que decoren.