El BBVA se lanza a por el Sabadell con una opa hostil
La reacción ha sido censurada de inmediato por el Gobierno, que advierte de que él tiene «la última palabra» a la hora de autorizar la operación
Tras el rechazo de su inicial oferta amistosa para integrar al Sabadell, el BBVA ha optado por lanzar una opa hostil para tratar de absorber al banco catalán, una reacción que ha sido censurada de inmediato por el Gobierno, que advierte de que él tiene «la última palabra».
El banco presidido por Carlos Torres sorprendió a los mercados con una oferta pública de adquisición de acciones (opa) no pactada sobre todo el capital de Banco Sabadell, con un canje de 4,83 acciones del catalán por una del BBVA que valora a la entidad en 11.530 millones de euros.
Esta operación, que está condicionada a que sea aceptada por el 50 % del disperso accionariado del Sabadell, ha sido rápidamente rechazada por la entidad presidida por Josep Oliu, que asegura que infravalora «significativamente» a la entidad, cuya capitalización bursátil rondó ayer los 10.000 millones, así como su capacidad de crecer en solitario.
Términos
Sin embargo, BBVA (cuya capitalización supera los 56.5000 millones) ha insistido en que su oferta -que mantiene los términos de la propuesta amistosa presentada el pasado 30 de abril- es «excepcionalmente favorable». En este sentido, recuerda que la oferta supone una prima del 30 % sobre los precios de cierre de las dos entidades del pasado 29 de abril y del 50 % sobre la media ponderada de los tres últimos meses. Además, los accionistas del Sabadell controlarían un 16 % del banco resultante de la fusión. Esa entidad resultante supondría la creación de un gigante financiero con 986.924 millones de euros en activos, lo que le colocaría en segunda posición en España tras
CaixaBank. Contaría con casi 135.500 empleados y una red de 7.115 oficinas. Además, sería el tercer banco de Europa, después de BNP Paribas y el Santander, con una capitalización próxima a los 70.000 millones.
El Sabadell es muy fuerte en el negocio de pymes, mientras que el BBVA destaca en el de particulares y empresas. Juntos habrían ganado en los tres primeros meses del año más de 2.500 millones (2.200 el BBVA y 308 el Sabadell). Aunque BBVA ha mantenido el precio de la oferta inicial, la opción de mantener dos sedes -en Barcelona y en Madrid- y el compromiso de mantener la marca Sabadell, ha eliminado su oferta de incorporar a tres miembros del consejo de Sabadell en el de BBVA, uno de ellos como vicepresidente.
Gobierno
El Gobierno no ha tardado en reaccionar y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha expresado su rechazo a la opa tanto en su «forma» como «en el fondo», por los «efectos lesivos» que puede tener, y ha remarcado que el Gobierno tiene «la última palabra» a la hora de autorizar una operación que también ha de contar con el visto bueno de los accionistas del BBVA, más de la mitad del capital del Sabadell, la CNMV y la CNMC. Sin embargo, y según ha enfatizado Cuerpo, «la decisión final sobre la fusión de ambas entidades depende del Gobierno», que ha de velar por la estabilidad y competencia del sistema financiero y tendrá en cuenta «valoraciones adicionales de política económica y financiera».
Las opas hostiles exitosas son infrecuentes en España, pero existen, aunque la impresión generalizada es que siempre están abocadas al fracaso, quizás porque las más conocidas, como la de Gas Natural sobre Iberdrola, no llegaron a buen puerto. Otra buena muestra es la opa hostil que el Banco Bilbao presentó en 1987 sobre Banesto. La operación no fue admitida a trámite.