¿QUÉ LLEVÓ A ELVIS A FINGIR SU PROPIA MUERTE?
Sus últimos años de vida fueron duros. Quedó traumatizado tras el abandono del hogar de su esposa Priscilla, que se fugó con su instructor de kárate Mike Stone (1973), y por la traición de varios allegados que él consideraba amigos de verdad. La imagen del último Elvis es la del Elvis con sobrepeso (llegó a pesar 113 kilos) y enfermo. Una fachada decadente que le marginaba a un segundo plano mediático. Con una falsa muerte prematura, Elvis Presley podría pensar que se iba a convertir en un mito y comenzar otra vida con una nueva identidad. También se especuló que había perdido diez millones de dólares en un negocio inmobiliario y quería evadirse. A sus 42 años, Elvis estaba muy lejos de lo que había sido. Su personaje le había devorado y se había convertido en una criatura hinchada y dependiente de la infinita lista de medicamentos con receta que el Doctor George Nichopoulos, el Doctor Nick, como solía llamarle, le suministraba (40 dosis diarias de sedativos, anfetaminas y narcóticos) En ese período de su vida, Presley a duras penas podía sostenerse sobre el escenario. Hacia 1977, Elvis se pasaba los días confinado en su habitación leyendo libros de espiritualismo. Llevaba puestos una miríada de símbolos religiosos, incluyendo un collar con la Estrella de David, aunque no era judío, que le permitiría tener una vida en el Más Allá.