PASIÓN ANDALUZA
DESPUÉS DE DAR LA VUELTA AL MUNDO Y EJERCER EN DIFERENTES LATITUDES, EL SEVILLANO DANIEL GASTALVER VUELVE AL MEDITERRÁNEO Y A LOS SABORES DE SU TIERRA, CON TOQUES VIAJEROS.
Tiene un acento melodioso y una trayectoria envidiable. El chef sevillano Daniel Gastalver nació hace 41 años y ha conseguido vivir de su pasión: cocinar. Sus sentidos aún recuerdan con febrilidad el restaurante D. Jose que sus padres comandaron durante 20 años, una fuente de inspiración que todavía hoy sigue influyendo en su manera de crear. Con el paso del tiempo, Gastalver siguió el camino de los fogones tanto dentro como fuera de España. Aprendiendo con el ex estrella Michelin Pello Roteta y realizando prácticas en Madrid y Londres. Con esa formación en el bolsillo, el chef andaluz se tuvo que adaptar a las exigencias de su tiempo. El servicio militar obligatorio le llevó a enrolarse en el barco Juan Sebastián Elcano y dar la vuelta al mundo. Repostero del comandante del navío, aquella experiencia confirmó su vocación. Ya en tierra firme, su trayectoria fue variopinta. Tras más de una década como jefe de cocina en la Costa Brava atendiendo las necesidades de grandes grupos de turistas, saltó a un coqueto restaurante en Ibiza. Fueron aquellos años cuando comenzó a poner en común sus dos pasiones, "intercalando siempre entre fogón y fogón mi pasión por las artes plásticas y difuminando las fronteras con el arte en los platos que elaboro, tanto en exposiciones como en eventos culturales y socia- les en los que he participado", explica este chef con buen ojo para la puesta en escena. A su tierra volvió abriendo un restaurante en Sevilla especializado en sushi y comida tailandesa con la ayuda de su hermano y su cuñada, proveniente del país asiático. Pero, arrastrado por su amor al Mediterráneo, el pasado abril inició su último proyecto, con base en la Costa del Sol: el restaurante Novo Bar en Torremolinos, donde rinde un homenaje a Andalucía con los productos de su tierra como máximos protagonistas. Una vuelta a los sabores y acentos de su infancia, que nunca quisieron marcharse del todo.
"EN 20 AÑOS, HE INTERCALADO SIEMPRE ENTRE FOGÓN Y FOGÓN MI PASIÓN POR
LAS ARTES PLÁSTICAS"