“Quiero ver dónde están mis límites”
SNOWBOARD CASTELLET VISITA EL PLATÓ DE ‘MARCA LA DIFERENCIA’ La medallista olímpica en Pekín mantiene la motivación intacta en su camino hacia sus sextos Juegos • Próximo objetivo: el oro mundial
Queralt Castellet llega al plató de MARCA la Diferencia con una amplia sonrisa. La rider catalana sigue disfrutando del snowboard como cuando era niña y lo probó por primera vez. Antes, había descubierto su pasión por competir gracias a la gimnasia artística. El halfpipe lo probó en Suiza y sólo quería volver a subir al pipe una y otra vez para bajar más rápido y coger más aire. “Fue una sensación tan adictiva de adrenalina que me enganchó. Me pasaba el día allí hasta que me echaban”, recuerda riendo.
Hoy, con 33 años y cinco Juegos Olímpicos a sus espaldas —ha sido abanderada española en dos— mantiene intacta la motivación para seguir el camino hacia los sextos. La plata olímpica en los de Pekín en febrero no le ha hecho plantearse poner el punto y final a su carrera. “Esta medalla me ha llegado por la pasión que tengo por mi deporte, por una progresión de pasar muchas horas en la nieve disfrutando de aprender, después de decepciones, de fracasos, de triunfos, de altibajos… Gracias a eso ha llegado la medalla, pero no era mi objetivo principal en la vida. Lo es disfrutar del snowboard y ser mejor cada día y eso quiero seguir haciéndolo. Quiero continuar aprendiendo, disfrutando y ver dónde están mis límites”, reconoce. Porque Queralt concibe la montaña como un lienzo en blanco.
El 28 de octubre se presentó el documental Queralt
Castellet: La quinta medalla milagro, que pone en valor aquella histórica plata. “Ganar una medalla olímpica en un deporte de invierno en España es un milagro por la falta de instalaciones para practicar y trabajar por nuestros sueños”, reconoce.
SU LADO MÁS DIVERTIDO
Tuvo que emigrar de España hace más de una década persiguiendo ese sueño. En 2008 se mudó a Nueva Zelanda. Allí conoció a Ben, que fue quien le hizo creer que podía estar entre las mejores. “Me dijo que podía llegar a estar a su nivel. Hasta que no me lo creí, no hice el click mental”, reconoce. Allí, en Nueva Zelanda, demostró su lado competitivo hasta en un concurso de comer empanadillas (los famosos ‘pies’ en inglés), que acabó ganando y que recordó en el plató.
También rememoró, entre risas, una anécdota de una competición en Moscú en la que estaban a menos de 30 grados. “Llené botellas de agua caliente y me las puse para salir y no congelarme. Al terminar la competición me di cuenta de que seguía con ellas dentro del pantalón”, contó riendo.
La pérdida de Ben le hizo alejarse del snowboard un tiempo, pero cuando volvió a la nieve supo que era lo que necesitaba. Desde entonces, acumula éxitos. En la temporada que empezará en diciembre tiene claro el objetivo. “Me encantaría poder conseguir el oro en el Mundial de Georgia. Voy a trabajar para ello”, dice. Es la única que le falta tras la plata (2015) y el bronce (2021).
Mi principal objetivo en la vida no era la plata olímpica, sino disfrutar”
“Es un milagro una medalla olímpica para España en deportes de invierno”
PLATA OLÍMPICA EN HALFPIPE