Desmantelada “EL FIGA” con un anarquista muerto y un policía herido
Una actuación policial llevada a cabo a raíz de dos atracos a mano armada cometidos en entidades bancarias en la capital el 16 de junio de 1979 y en cuya operación uno de los autores resultó muerto y el “cabecilla” detenido, posibilitó que desde Almería fuese desmantelada una red del FIGA, Federación Ibérica de Grupos Anarquistas, autores de numerosos delitos en aquellos años como sabotajes, atentados y atracos bancarios por toda la geografía española. Durante la refriega, en el enfrentamiento entre los atracadores y la Policía murió uno de ellos al caer al vacío desde un octavo piso en la calle Artes de Arcos, cuando trataba de huir saltando a una terraza de un piso inferior. En ese tiroteo entre los anarquistas y los agentes dos funcionarios del CNP resultaron heridos, uno de ellos el inspector Manuel Castaño Cano de carácter grave quien tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de una herida por arma de fuego. Como consecuencia de su decidida y valiente actuación frente a los terroristas le fue concedida la Cruz al Merito Policial con distintivo Rojo. El inspector permaneció tres meses hospitalizado para curar las lesiones que una de las balas le produjo en el riñón izquierdo. en la región abdominal. Castaño Cano, unos años mas tarde se convirtió en el Jefe de la Policía Local de Almería hasta que por enfermedad tuvo que jubilarse. Fue el promotor de la implantación del 092 en Almería. El tiroteo entre los anarquistas y la Policía se produjo en un piso de la calle Artes de Arcos, junto a los apartamentos “Siglo de Oro” que según sabia la Policía había sido meses antes refugio de algunos miembros de los GRAPO que lo utilizaron en varias ocasiones como piso franco durante sus actividades terroristas por Andalucía, A estos peligrosos individuos apenas se les tenía controlados a pesar de que en el mes de marzo de ese mismo año en Valladolid, fueron detenidas diez personas residentes en la provincia castellana acusada de la organización del grupo anarquista.
Los hechos ocurridos en Almería ocurrieron después que la Policía activara un amplio dispositivo y mantuviera controles a la entrada y salida de la ciudad, tras dos atracos cometidos en un corto intervalo de tiempo el primero en una sucursal de Unicaja en la calle García Cañas de Ciudad Jardín y el otro en un banco ubicado en la plaza del doctor Núñez. Los atracadores, a cara descubierta y armados con pistolas automáticas se apoderaron de un botín de más de once millones de pesetas desapareciendo y utilizando para la fuga un coche utilitario que había sido robado unos días antes en otra provincia española.
Las indagaciones de los agentes de Información de la Policía determinaron que estos individuos por su “modus operandi” podrían formar parte de algunos de los grupos terroristas que coexistían entonces en España junto a la organización terrorista ETA como la FIGA o los GRAPOS. Tras acordonar la zona con un amplio despliegue policial, varios agentes de paisano se presentaron en el edificio. En el momento en que se disponían a llamar a la puerta de la vivienda sospechosa, los atracadores pistola en mano comenzaron a disparar indiscriminadamente contra ellos.
El inspector Castaño Cano recibió un impacto de bala en la zona abdominal y otro inspector Francisco Tofé junto a un cabo de la Policía fueron alcanzados levemente por los disparos. Uno de los atracadores, Alejandro Mata Camachoal que posteriormente se le demostraron la autoría de sesenta y siete atracos en toda España- fue reducido tras agotar el cargador de su pistola y su compañero Agustín Valiente al verse acosado y sin munición quiso escapar por una de las ventanas deslizándose a través de unos cables que a consecuencia del peso se rompieron precipitándose desde una altura de treinta metros falleciendo en el acto.
Según pudo entonces determinar la Policía estos individuos estaban implicados en un robo de armas en una gendarmería portuguesa y mantenían una estrecha relación con los GRAPOS quienes durante los últimos años habían protagonizado numerosos hechos delictivos del que fueron víctimas algunos guardias civiles y policías de Almería. Tras su desmantelamiento, durante los años 1985 y 1986 se reconstruyó otra célula que fue desarticulada en poco tiempo con varias detenciones que se llevaron a cabo en Barcelona y en una pedanía de Adra donde fueron detenidas dos personas implicadas en la red, La FIGA se creó en 1978 en tierras catalanas como una federación de grupos anarquistas que consideraban válida la alternativa anarcosindical asumiendo las formas más radicales de lucha contra el capitalismo y el Estado, implicándose en huelgas salvajes, sabotajes, boicot, secuestros y atracos.