“Me suena Puccini por los videojuegos”
Melinda, Emma, Jasmine, Isabela... todas de primero de ESO, salen felices del estreno de La torre
dels somnis, ese espectáculo de gran formato y una hora de duración con el que el Liceu quiere inocular a los adolescentes el veneno operístico. “A mí me han gustado las acrobacias”, dice una de ellas. “Yo encuentro que era muy sentimental. La música es muy bonita pero era en italiano y no la hemos entendido”.
El espectáculo que han visto combina el montaje de Lluís Danés ( La torre de Nadal), circo poético, arias de Puccini con arreglos jazzy de Sergi Cuenca (como ese E lucevan le stelle estilo vals) y una dramaturgia introspectiva con textos de Alguer Miquel (Txarango) en la voz de los actores Lluís Soler y Sílvia Bel. Todo ello con dosis de reflexión pensada para esos jóvenes, cual autoayuda prêtà-porter: “Tu dolor es real pero no es tu verdad; no somos lo que nos pasa, somos lo que hacemos de ello...”. Ayer era la primera de las cinco funciones escolares que acogerán a 5.850 adolescentes de institutos de secundaria de Catalunya, además de las cuatro programadas para público familiar.
“Me ha pasado más rápido de lo que pensaba. Te hace reflexionar sobre la vida, te dice que siempre tienes que seguir tus sueños”, indica Aleix entre el griterío de sus compañeros de curso. “Me ha parecido que era muy sentimental”, dice otro. “A mí esa música me sonaba de un videojuego”, afirma Àlex. Tal vez ese final apoteósico del aria Nessun dorma (“Vinceròòò...”). “Sí, sí, creo que es ese”.
Como asegura Jordina Oriols, de Liceuapren, que esta vez ha contado en el comité de expertos con el psicólogo Jaume Funes y la filósofa Begoña Roman, no se trata tanto de prescribir como de ins
El Liceu atrae a miles de adolescentes con ‘La torre dels somnis’: circo, ópera y autoayuda
pirar, de sacar el potencial educativo a la propuesta artística.
Claro que solo habría que mejorar el sistema de amplificación ya obsoleto del Liceu... “¿Si volvería al Liceu a ver una ópera? Bueno, solo si es como esta”, concluye una joven ya en la Rambla. ●