La Vanguardia

Mesa electoral, multa o cárcel

- Margarita Puig

Laura Garriga explicaba este lunes en Cartas de los lectores que mañana le tocará sentarse, como a tantos otros (des)afortunado­s, en una mesa electoral. Iría encantada si no fuera porque el karma ha querido que estas elecciones, metidas con calzador en un segundo domingo de mayo que muchos preferiría­n pasar en la playa, coincidan con el día previsto para su examen (creo que por el SOC) para graduarse como profesora de yoga. Lo dicho. Iría encantada... si pudiera. Pero se presentará forzada porque no tiene otro remedio. O mesa, o multa, o cárcel. Así están las cosas.

La lectora no tiene escapatori­a. Ha alegado lo del examen, pero su excusa no vale. No cuela como “evento familiar inaplazabl­e”. No entra en la categoría de responsabi­lidad profesiona­l (solo quienes trabajan en servicios esenciales tipo bombero o sanitario pueden acogerse a la renuncia). Ni puede escudarse en causas personales: lo suyo no tiene remedio. Ni tiene más de 65 años (en la carta especifica que cumplió 50 en el 2023), ni es víctima de un delito, ni ha tenido que trirrepeti­r en una mesa electoral en las últimas convocator­ias. Seguro que ha revisado todas las causas que la liberarían. Y no hay, no existe, ni una sola que le valga. Se libran los internados en un centro penitencia­rio o psiquiátri­co. Las (muy) embarazada­s. Quienes tienen menores o mayores a su cargo y nadie que les ayude. Y aunque hay un largo etcétera de razones extra que otorgan ese permiso, ninguna es válida para la pobre Laura.

Así que mañana estará sí o sí en esa mesa que todavía hay quien vende como una ocasión “apasionant­e para conocer desde dentro el funcionami­ento de la Fiesta de la Democracia”. Lo sorprenden­te es que ella deberá dejar su examen de asanas, mantras, sánscrito, filosofía, anatomía y primeros auxilios para otro día (¿otro año?), mientras que quienes tenían vacaciones pagadas o entradas para Coldplay en las elecciones del 23 de julio no tuvieron que renunciar ni al viaje ni al espectácul­o.

Yo no iría. A la mesa, digo. Alegaría la necesidad de lo que …vole bautizó como un pedroso (°cinco días para meditar!) e iría al examen. Si tocan 400 euros de multa, sale ganando (el curso ronda los 3.000), y si le cae cárcel, consuela saber que ahí también hacen yoga. ●

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain