La Vanguardia

Bienvenido­s a la Luna, otra vez

Una misión privada restaña el orgullo estadounid­ense al lograr que la nave robotizada Odysseus aterrice en el satélite natural, algo que no lograba este país desde 1972

- Francesc Peirón Nuev Yo k. Co espons l

Como postuló Albert Einstein, todo es relativo, incluso la historia. Corría julio de 1969 cuando Neil Armstrong se convirtió en el primer astronauta que pisó la Luna y pronunció la célebre frase “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”.

Su viaje fue con el Apollo 11 y se disparó la euforia. Pero en diciembre de 1972, la expedición del Apollo 12 se convirtió en la última misión con parada en el satélite natural de la Tierra.

La NASA, la agencia espacial de EE.UU., aparcó esos viajes. A lo largo del tiempo, eso creó una sensación de frustració­n, dio alas a los conspirati­vos que aseguraban que la llegada a la Luna fue, en verdad, un montaje de Hollywood y fue uno de los elementos que fomentó en ciertos sectores la sensación de que Estados Unidos estaba en decadencia, mientras otros países sí alcanzaban la meta.

Así que, cuando este jueves alunizó el Odysseus, tras m·s de medio siglo de pausa, en una operación que no careció de suspense en sus minutos clave, los expertos volvieron a hablar de “momento histórico”, en una clara demostraci­ón de que todo es relativo y que se regresa a un escalón m·s atr·s del pasado y se festeja como un gran logro.

Esta misión es la primera de una empresa comercial privada. La nave, conocida por el apodo de Odie, pertenece a Intuitive Machines, una compañía basada en Houston (Texas). La NASA no ha participad­o en la construcci­ón del vehículo y no est· implicada directamen­te en la gestión del vuelo. Pero aportó 118 millones de dólares para que este proyecto llevara un conjunto de instrument­os científico­s que pueden ayudar en futuras misiones con astronauta­s de la agencia espacial federal.

Odysseus, que despegó de Florida el 15 de febrero, aterrizó el jueves a las 6,24 horas de la tarde (costa este de EE.UU.). Se esperaba que se perdiera la comunicaci­ón un minuto, pero habían pasado m·s de diez y no se tenía noticias de la nave. En el centro de control había nervios por la incertidum­bre.

Tim Craig, jefe tecnológic­o de la operación, mostró esperanzas desde el control: “Aún no estamos muertos”. Al poco se confirmó que, con un retraso de 13 minutos, la nave estaba en su destino. “Nuestro equipo est· sobre la superficie, felicidade­s a todo el equipo”, dijo Craig.

Odie era operativa, pero no est· claro si podr· conseguir sus objetivos científico­s. En la aproximaci­ón ya tuvieron que arreglar un mal funcionami­ento de navegación, que se superó gracia a un instrument­o experiment­al de la NASA, no operativo, que en definitiva fue útil.

La nave, no m·s grande que una cabina de teléfono, aterrizó junto al cr·ter Malapert A, en el polo sur. Es una región de perpetua oscuridad muy interesant­e al haberse detectado agua helada. Ese hielo podría ser usado en el futuro por astronauta­s para beber, para oxígeno e incluso combustibl­e para vehículos espaciales en ruta hacia Marte.

EE.UU. recupera su orgullo, aunque hoy son los multimillo­narios los que impulsan la colonizaci­ón espacial. ●

La nave alunizó en una región oscura pero de gran valor científico porque en ella se detectó hielo

 ?? Ap/lapre  e ?? El módulo Odysseus, sobre la cara cercana de la Luna tras la inserción en órbita lunar este miércoles
Ap/lapre e El módulo Odysseus, sobre la cara cercana de la Luna tras la inserción en órbita lunar este miércoles

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain