Garzón frena su entrada en Acento por las presiones de IU, Sumar y Podemos
El exministro prefiere no dañar a las organizaciones por las que ha trabajado
Alberto Garzón comunicó ayer su decisión de dar marcha atrás a su incorporación en Acento, la consultora creada por el exministro socialista José Blanco y presidida por el exministro popular Alfonso Alonso, sin siquiera cumplirse 24 horas desde que se conoció la noticia el martes por la tarde.
Mediante un comunicado difundido a través de la red X, el exministro de Consumo y, hasta diciembre, máximo responsable de Izquierda Unida, fundamentó su postura en el “enorme revuelo que la decisión despertó en el ecosistema de izquierdas”. Incluidas “las formaciones y los espacios por los que ha trabajado”. Esto es IU, Podemos y Sumar.
“La impresión general, según me confirmaron diferentes dirigentes, era que se trataba de una decisión que afectaría negativamente a las expectativas electorales del espacio”, justificó Garzón para, a continuación, colocar los intereses políticos de las formaciones a la izquierda del PSOE que, con proyecciones de voto mediocres, aspiran a la presidencia de la Xunta de Galicia, por encima de los suyos propios: “No quiero que mi decisión personal perjudique a mis antiguos compañeros”, apostilló.
Con la carta viralizándose a toda velocidad, las reacciones de las formaciones señaladas por el exministro no tardaron en sucederse ayudando, en parte, a definir el grado de presión de cada una de ellas.
Sumar directamente se desmarcó del reparto de culpas. Y por boca de su portavoz, Ernest Urtasun, no solo negó cualquier tipo de “interferencia” sino que declaró que al grupo plurinacional no le constaba información alguna al respecto.
IU, por su parte, optó por celebrar la renuncia. Su responsable de Política Institucional de Izquierda Unida Andalucía, Inma Nieto, mostró su alegría por “la decisión tomada sea cual sea la motivación que le ha llevado a ello”. Y tras ella se expresó el exconcejal de la formación en Madrid Carlos Sánchez Mato presumiendo de que IU siempre ha denunciado las puertas giratorias. Nosotras y nosotros no nos vendemos. La coherencia es un tesoro. Nuestra gente, también”.
Fue Podemos quien cargó más las tintas. A través de una columna publicada en Diario Red, su exfundador Pablo Iglesias alegó que existen “opciones más decorosas para un comunista que alquilar” su experiencia como ministro a una consultora “dirigida por exministros del bipartidismo que vende sus servicios a empresas privadas”. Y envió un recado a Izquierda Unida insinuando que su actual dirección “quizá debería haberle ofrecido presidir una de sus fundaciones y no tener que soportar el escarnio que les va a llegar estos días”.
Quien sí mostró su apoyo a Garzón condenando las presiones recibidas fue el ministro de Transporte. óscar Puente (PSOE) lamentó el escrutinio al que se somete a los dirigentes progresistas y enumeró algunos
El exlíder de IU recibió presiones para “no perjudicar las expectativas electorales del espacio”
de los peajes a pagar: “Hay que cobrar poco. Pedir perdón todo el día por ser político. Soportar insultos e intromisiones en la vida privada. Si eres de izquierdas, a más a más, padecer todo tipo de bulos y calumnias. Y después buscar trabajo en algo que no tenga la menor relación con lo que has hecho”. ●