Cobijo y silencio para la favorita de Isabel II
Carlos III ha procurado un nuevo hogar a Angela Kelly a cambio de discreción
La diseñadora de moda, modista y sombrerera británica Angela Kelly, que trabajó desde 1993 como asistente personal, modista y mano derecha de la difunta Isabel II, ha sido realojada esta semana por Carlos III. El monarca le ha concedido el usufructo de una propiedad cerca de Sheffield a cambio de que no revele nada sobre los años que pasó como confidente de la reina.
Fue el pasado martes cuando Kelly, de 65 años, dejó definitivamente su residencia aledaña al castillo de Windsor debido a que ya hace meses que no forma parte del personal. Poco después de la muerte de la monarca, se cambiaron las cerraduras de los apartamentos reales, se desconectó el teléfono de trabajo de Kelly y se le pidió que abandonara la casa que ocupaba en una maniobra que fue descrita por fuentes de palacio como un “procedimiento estándar”.
Pero para honrar el recuerdo de su madre y, de paso, callar a una de las fuentes más interesantes sobre los dimes y diretes que han rodeado a los Windsor las últimas dos décadas, Carlos III ha proporcionado una residencia de por vida a Kelly en Peak District, un parque natural alejado, situado en la campiña inglesa.
Para que se le concediera tal derecho como premio a sus años de fiel servicio, medios británicos
aseguran que la extrabajadora real se ha visto obligada a firmar un acuerdo de confidencialidad para no revelar más vivencias junto a Isabel II. Además no podrá utilizar comercialmente las palabras “palacio” ni “real” para futuros posibles negocios.
Para entender el nivel de intimidad que mantenían Kelly y la anterior reina de Inglaterra, se cuenta que la asistente, aparte de vestirla, peinarla y asesorarla, se ponía antes los zapatos nuevos de la monarca para ablandarlos.
Su relación era tan cercana que, en un gesto sin precedentes, la reina le dio permiso a Kelly para escribir una serie de libros sobre su relación. Por el momento se han publicado dos, pero se desconoce si el tercero verá la luz tras el nuevo acuerdo con Carlos III.
La diseñadora es bastante activa en Instagram, donde se ha mostrado orgullosa de diversos conjuntos que realizó para la monarca. El día de su funeral compartió una imagen de su asistencia junto al mensaje: “Un día muy triste para mí hoy. Me despedí de mi mejor amiga”. Y también ha relatado su mudanza en la red social. Junto a una imagen de su jardín en Windsor, Kelly escribió anteayer: “Preparándome para decir adiós. Me mudo por fin a mi nuevo hogar, al que podré llamar mi hogar, por fin”. En respuesta a uno de los comentarios de otro internauta, la exasesora de la reina, que ahora se jubilará, ha comentado que el traslado a esta nueva residencia la hará estar más cerca de su familia, que actualmente vive en Sheffield.
Mary Angela Kelly, nacida en Liverpool, hija de un estibador portuario y una enfermera, pasó a trabajar para la reina tras una entrevista en el castillo de Windsor hace dos décadas. Empezó ocupándose de vestir a Isabel II y con el tiempo fue responsable de su ropa, joyas e insignias. Era la encargada de investigar los lugares de las visitas reales, así como el significado de los diferentes colores, con el fin de crear y aconsejar atuendos apropiados para la monarca.
Entre sus distintos logros y servicios intramuros de palacio, se ha hecho público que Kelly es la autora de la réplica del traje de cristianar de la reina Victoria, el que han usado todos los Windsor nacidos después del 2008, porque el anterior se guardó con fines de conservación. También fue la encargada del traje de la reina en la boda del príncipe Guillermo y de la remodelación de un vestido histórico de Isabel II que usó décadas después la princesa Beatriz de York para su boda.c