Junts acusa a Esquerra de “esconder” y “obviar” la independencia al gobernar
Junts marcó una parada obligatoria en Arenys de Munt (Maresme) cuando trazó la ruta de las elecciones municipales. Allí fue donde en septiembre del 2009 se celebraron las primeras consultas sobre la independencia. Por ello, en esa plaza la formación de Jordi Turull y Laura Borràs quiso ayer reafirmar de forma simbólica su compromiso independentista.
En su intervención, la presidenta del partido, Laura Borràs, acusó a Esquerra de “apartar”, “obviar” y “esconder” la independencia cuando gobierna. “Tenemos un Govern que no habla de independencia, y eso que tenía que ser el Govern que la iba a culminar, según dijo el president Pere Aragonès en su debate de investidura”, lamentó.
Por su parte, Jordi Turull aseguró que los alcaldes de Junts “se mantendrán fieles al mandato del 1-O”, y avisó que los resultados del 28-M “pueden hacer que se premie a los que tienen la tentación de dejarlo correr durante no sabemos cuántos años o servir para que ganen los de la persistencia, la resiliencia y la confrontación con el Estado”. Además, el secretario general aseguró que “los votos a Junts sirven para arrastrar a los que ahora arrastran los pies” y dijo que el “Estado español empieza a ser el Guantánamo de la justicia europea”.
Carles Puigdemont, a través de un vídeo, pidió “reforzar las opciones que apuestan por mantener la posición en vez de recular, ceder o pasarse al otro lado” y pidió a los suyos que no se fíen “de los que dicen que no hay nada que hacer y que es mejor que nos dediquemos a gobernar bien”. “Luego (gobernar bien) no lo hacen y es una catástrofe cuando lo hacen”, apostilló el expresident, que añadió que “se tiene que gobernar con todos los recursos que tengamos y en todas las instituciones en las que podamos tener poder”.
Joaquim Forn, a su vez, exigió que la reclamación soberanista no vaya “desligada” de la buena gestión, que a su juicio debe ser “la marca” de Junts, y Josep Rull abogó por la unidad del independentismo en todos los ámbitos.
Por la tarde, en Lleida, Turull arropó al candidato, Toni Postius, junto a los exconsellers Jaume Giró, Victòria Alsina y Violant Cervera –su número dos–. El partido cargó contra la gestión del Ejecutivo catalán en ámbitos como la sequía y contra el PSC, el rival a batir en la ciudad.