La reforma del delito de sedición salva los vetos y sigue su tramitación exprés
Esquerra esgrime ante Junts y la CUP su “fuerza negociadora” con el Gobierno
La reforma del Código Penal para sustituir el delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados prosigue su tramitación exprés en el Congreso. En la madrugada ya del pasado viernes, una amplia mayoría absoluta de 187 diputados aprobó la toma en consideración de esta proposición de ley impulsada por el PSOE y Unidas Podemos como un nuevo paso en la desinflamación del conflicto político en Catalunya. Y en la tarde de ayer, tras un acelerado debate en otro pleno extraordinario, el Congreso tumbó, una tras otra, las cinco enmiendas a la totalidad de la iniciativa, con sus textos alternativos, presentadas por el Partido Popular, Vox y Ciudadanos, además de por Junts y la CUP.
La próxima semana –el 9 de diciembre– concluye el plazo para registrar las enmiendas parciales a esta reforma penal, momento en el que se determinará si Esquerra mantiene su apuesta por revisar también el delito de malversación, si bien de manera “quirúrgica” para no perjudicar el combate contra la corrupción política, pese al rechazo o al menos las serias cautelas expresadas por el propio PSOE y por Podemos, además de otros partidos del bloque de la investidura como el PNV, EH Bildu, Más País o Compromís. La pretensión del Gobierno, en todo caso, es que la reforma de la sedición, tras su posterior paso por el Senado, esté definitivamente aprobada antes de que concluya este mes de diciembre.
El debate sustanciado ayer en el Congreso reafirmó las posiciones políticas de los partidos que se oponen con contundencia a esta reforma del Código Penal, aunque desde los planteamientos diametralmente contrarios de la derecha española y del independentismo unilateral catalán. Todos sus vetos, no obstante, fueron rechazados por amplia mayoría de los grupos que sostienen al Gobierno y sus aliados parlamentarios.
La portavoz de Esquerra en el debate, Carolina Telechea, advirtió que su formación no rebaja “ni un ápice” sus aspiraciones: amnistía, autodeterminación e independencia de Catalunya. “Ni esta reforma es la nuestra, ni este es nuestro Código Penal, ¿pero cuál es la alternativa?”, alegó. Y justificó lo que, a su juicio, supone un avance. “Nuestro compromiso con la desjudicialización del conflicto político es claro, y esto es un paso más”, aseguró. Además, sacó pecho de la “fuerza negociadora” de ERC ante el Gobierno. Con un reproche a Junts y la CUP: “Si todo el independentismo se comprometiera con la negociación, tendríamos más fuerza aún”.
Telechea no aludió explícitamente a una eventual reforma del delito de malversación, pero insistió reiteradamente en la voluntad de ERC de “mejorar” esta propuesta de ley en la tramitación parlamentaria. “Estamos trabajando en las enmiendas con los grupos parlamentarios, y es una oportunidad para mejorarlo. Seremos muy exigentes”, advirtió.
En nombre de Junts, Josep Pagès reprochó a ERC sus negociaciones con el Gobierno. “Así no se quita ningún juguete a los jueces, sino que se les da un nuevo juguete para dar vía libre a su contrastada voluntad represora”, alertó sobre la sustitución de la sedición por el delito de desórdenes públicos agravados. “Esta reforma es un fraude”, zanjó.
Desde las bancadas de las derechas, la oposición a la reforma también fue contundente, aunque por razones radicalmente contrarias. Carlos Rojas (PP) tachó de “vergonzante” una iniciativa que, a su juicio, solo pretende “favorecer a los socios del Gobierno que, como dice Otegi, quieren romper España”. “Desprotege el valor de la Constitución y debilita al Estado de derecho”, criticó. Javier Ortega Smith (Vox) insistió en proponer “retirar la nacionalidad española a quien atente contra España”, en referencia al independentismo catalán. E Inés Arrimadas (Cs) denunció lo que calificó de “infamia”. “Pedro Sánchez no tiene escrúpulos ni ideología, y es capaz de cualquier cosa para mantenerse en el poder”, atizó.c
Junts denuncia que la reforma da a los jueces “un nuevo juguete para dar vía libre a su voluntad represora”