China anuncia una fuerte represión de las protestas y a la vez suaviza medidas
La ciudad de Guangzhou, nuevo escenario de disturbios, reabre varios distritos
Las autoridades chinas están dispuestas a hacer lo que sea necesario para atajar la oleada de protestas contra la política de covid cero desatada en numerosas ciudades del país durante el fin de semana. Así se desprende de las últimas declaraciones del órgano del Partido Comunista (PCCH) a cargo de las fuerzas del orden, que señaló que tomarán “medidas enérgicas” contra las “actividades de infiltración y sabotaje de fuerzas hostiles”. El zar de la seguridad china, Chen Wenqing, aprovechó la reunión, el lunes, de la Comisión de Asuntos Políticos y Legales del PCCH para instar a los organismos encargados de hacer cumplir la ley a tomar las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad nacional y la estabilidad social.
Aunque no hizo mención explícita de las recientes protestas, el mensaje estaba claro. “No se tolerarán actos ilegales y criminales que perturben el orden social”, dijo, según el comunicado hecho público por la prensa estatal en la noche del martes.
Tras el estallido de descontento social del fin de semana, Pekín está tratando por todos los medios de evitar que la situación se le vaya de las manos. Para ello, ha incrementado notablemente la presencia de uniformados en las calles de grandes ciudades como Pekín o Shanghai –donde incluso se escucharon el sábado inusuales consignas contra el PCCH o su líder, Xi Jinping– y ha vallado aquellos lugares donde tuvieron lugar las primeras manifestaciones para torpedear nuevas concentraciones.
En días recientes, los agentes también han contactado con varios de los asistentes a las protestas del fin de semana para exigirles explicaciones y aumentado la censura en las redes sociales.
Los agentes también han llegado a exigir los teléfonos móviles de los transeúntes que circulan por algunos puntos sensibles para examinar si tienen instalada una VPN que les permita sortear el gran cortafuegos chino y utilizar aplicaciones como Twitter o Telegram, prohibidas en el país. Incluso circulan imágenes de policías revisando los móviles de algunos pasajeros del metro de Shanghái.
Aun así, eso no evitó que durante la noche del martes se registraran enfrentamientos entre manifestantes y policías en el distrito de Haizhu de la ciudad de Guangzhou (antigua Cantón), uno de los principales focos del rebrote que sufre estos días el país asiático. En uno de los vídeos difundidos por redes sociales, se ve a decenas de policías enfundados en trajes de protección especial mientras avanzan en formación sobre barricadas que los manifestantes habían derribado.
Otras imágenes muestran cómo algunos vecinos lanzan botellas de vidrio a los agentes o cómo caen botes de gas lacrimógeno en un callejón mientras la gente trata de escapar. También hay registros gráficos de la policía llevándose detenidas a varias personas. Aunque todavía no está claro qué provocó los altercados, testimonios compartidos en redes sociales apuntan a que todo comenzó por una disputa sobre las restricciones impuestas en la ciudad, de más de 15 millones de habitantes. La urbe ya fue testigo de protestas similares hace unas semanas protagonizadas sobre todo por trabajadores migrantes descontentos por las restricciones, que no les permiten ganarse un salario ni regresar a sus hogares en otras provincias y les han forzado a buscar refugio en lugares improvisados.
Horas después, sin mencionar expresamente los enfrentamientos, las autoridades locales anunciaron la reapertura de varios distritos de la urbe como Panyu, Liwan o Tianhe, que permanecían confinados. El distrito de Haizhu, el más golpeado por el virus y escenario de las protestas, permitirá “en principio” que algunos de los contactos cercanos de contagiados se confinen desde ahora en casa en lugar de en los centros comunitarios habilitados para ello.
Con casi 38.000 nuevos positivos a nivel nacional en el último recuento, no hay perspectivas de que las autoridades apadrinen un cambio radical de la política anticovid que ha generado tanto descontento en una parte importante de la población.c
El distrito cantonés de Haizhu permitirá confinarse en casa tras los choques del martes con la policía