Victoria de Amazon por el voto de sus trabajadores contra la sindicación
Los empleados optan por la promesa de la compañía de “trabajos bien gratificados”
Demasiado grande para caer.
Amazon logró abortar este viernes el esfuerzo sindicalista más significativo que ha afrontado en su historia, un resultado que puede tener efectos intimidadores para frustrar cualquier otra aventura parecida.
Los empleados de Alabama lanzaron el reto de crear lo que aquí se denomina una union. Sin embargo, la mayoría de la plantilla no sintió la seducción de esta apuesta, según demuestran las urnas, así como una abstención de en torno al 45%.
Los trabajadores de la planta de Bessemer votaron en contra, poniéndose de lado de la empresa y derrotando el esfuerzo sindicalista. Votó un total de 3.215 trabajadores, de los que cerca de 2.000 se opusieron a la creación del sindicato, alineándose así con la postura defendida con ahínco por el patrón. Para derrotar este desafío, Amazon necesitaba garantizar al menos 1.608 votos, un poco más del 50% de los sufragios.
Esta cifra quedó superada sobradamente este viernes. El resultado final todavía debía ser certificado por la NLRB (junta nacional de relaciones laborales) pero el margen era muy amplio.
Indirectamente hay otros derrotados. El presidente Joe Biden había mostrado su apoyo a los sindicalistas, cuestión por la que apostó abiertamente el senador Bernie Sanders.
La pandemia, que llevó a millones de estadounidenses a comprar online, también puso en el foco a los trabajadores esenciales que debían afrontar su labor a pesar de los riesgos, sin que la empresa demostrara suficiente capacidad ni mucho interés por proteger a sus empleados.
Pero Amazon ha desarrollado una agresiva campaña contra la acción sindical. La compañía argumentó que los trabajadores tienen acceso “a empleos bien gratificados” sin necesidad de contar con un sindicato. Y los trabajadores se lo han creído. La victoria deja a Amazon manos libres para imponer las condiciones labores.
Su plantilla ha ido creciendo y cuenta con una fuerza laboral de 1,3 millones de empleados.
A pesar de que la crisis sanitaria ha puesto fuera de combate a numerosos negocios, Amazon y Jeff Bezos –su fundador, director ejecutivo y hombre más rico del mundo– continuaron engordando sus ingresos y su fortuna.
Los promotores de la iniciativa aseguraron que no tiran la toalla. El RWDSU (sindicato de minoristas, mayoristas y grandes almacenes) anunció recurso. En un comunicado se indicó que presentarán una objeción sobre cómo Amazon desarrolló esta convocatoria con la NLRB.
También se aseguró que formularán “cargos por prácticas laborales injustas”. En este sentido, se denunció que “Amazon interfirió en el derecho de los trabajadores de Bessemer de “votar en
Los promotores del sindicato denuncian coacciones de la empresa ante el reto de las urnas
unas elecciones libres y justas”.
Amazon contó con el asesoramiento de una firma de abogados con experiencia en la lucha antisindicalista. La empresa también dejó en claro su postura a los trabajadores de Alabama sobre la campaña sindical mediante la celebración de reuniones de asistencia obligatoria, la creación de una web instando a los empleados “a no pagar cuotas” sindicales y la distribución de folletos en los que instruían a “votar no” en la histórica elección.
Stuart Appel Appelbaum, presidente de la union RWDSU, afirmó que la compañía “movió cielo y tierra para hacer luz de gas a sus propios empleados”.
“Vamos a desafiar –añadió– todas las mentiras, engaños y actividades ilegales de Amazon”.