Vox echa raíces en el naufragio de Cs
La ultraderecha saca rédito a la alta abstención y a la sangría naranja
Vox echa raíces rápido y lo hace gracias al terreno fértil que deja Ciudadanos tras su caída en picado. La formación liderada por Ignacio Garriga ha conseguido ser la cuarta fuerza más votada en Catalunya por delante de Ciudadanos al cosechar casi 218.000 votos y el 7,7% del electorado. Esta victoria de la ultraderecha apuntala un espacio político que se hizo un hueco en Catalunya por primera vez en las elecciones generales de abril del 2019 y se estabilizó con la repetición electoral de noviembre, donde consiguió más papeletas que ahora –casi 25.000 más– pero menos porcentaje de voto debido a la diferencia de participación. Precisamente la abstención del 46,4% –la más alta de la historia en unos comicios catalanes– le ha ido como agua de mayo a la formación de Santiago Abascal. Con menos votos que en las últimas generales, ha aumentado su peso electoral y, en consecuencia, ha sacado el máximo rédito a las papeletas al irrumpir en el Parlament con un total de 11 escaños. Mientras que en los municipios con más voto independentista la participación se ha mantenido, Vox se afianza en aquellas localidades con baja participación.
En el conjunto del territorio este partido obtiene mejores resultados en aquellas localidades y secciones censales donde Ciudadanos batió récords en los comicios catalanes del 2017 y ahora se derrumba.
Vox reúne más del 15% del electorado en 17 municipios, y en todos ellos ganó Ciudadanos en los últimos comicios. La formación ultraderechista capitaliza parte de la derrota de la formación naranja especialmente en varios municipios del Camp de Tarragona, Alt Empordà y Vall d’aran y en un puñado de secciones censales del área metropolitana de Barcelona y Tarragona ciudad.
Es el caso, por ejemplo, de las localidades de Salou, Vila-seca y La Pobla de Mafumet, pertenecientes al área metropolitana de Tarragona y que cuentan con 26.000, 22.000 y 3.800 habitantes, respectivamente. También de los pueblos araneses de Bossòst y Vilamòs, de 1.100 y 159 residentes. O de Vilamalla, un pueblo de 1.100 habitantes situado en las afueras de Figueras, en el Alt Empordà. En todos estos municipios, Ciudadanos arrasó en el 2017 consiguiendo más del 40% de los votos. Ahora mientras la formación naranja se desploma por debajo del 10%, Vox supera el 18% del voto. Incluso en dos de ellas, Vilamalla y la Pobla de Mafumet, ha conseguido ser la fuerza
La formación de Abascal logra mayor porcentaje de voto en las localidades donde Cs arrasó en el 2017
más votada con un 22,5 y un 21,3% de papeletas, respectivamente.
En el área metropolitana de Barcelona la ultraderecha no ha sido la única beneficiaria de la sangría de Ciudadanos. Tal y como avanzaba este martes este diario, el PSC ganó más de 19.000 votos –y recuperó su espacio histórico– mientras que Vox por su parte consiguió sumar casi 100.000 votos y quedar por delante de Ciudadanos en casi todos los municipios.
Pero para observar los matices en la zona más poblada de Catalunya es necesario descender al nivel inframunicipal. Los datos por sección censal muestran que Vox ha logrado también porcentajes de voto superiores al 20% en ciertas manzanas de Sant Adrià de Besós, Sant Andreu de la Barca, Mataró Terrassa, Badia del Vallès, Badalona y Mataró.
Para Xavier Casals, historiador especializado en la extrema derecha, ese trasvase de Cs a la formación de Abascal se produce en la medida que “Vox se ha convertido en el partido del castigo al secesionismo, al personar la acusación popular y llevar la iniciativa de la aplicación del 155”.