La Vanguardia

Sant Pancraç, efectivame­nte

- Enric Juliana

Cuatro corrientes se cruzaron el domingo: el deseo de mantener viva la causa independen­tista, pese a que la independen­cia hoy no sea posible; el deseo de pasar página sin hacerla trizas; el deseo de quemar la página y el libro entero, y el deseo de quedarse en casa.

De las elecciones han surgido dos mayorías parlamenta­rias. Esta es una novedad muy importante. La existencia de una doble mayoría es una enmienda a la totalidad al diseño táctico de CIU en el 2012. Hace ocho años, Artur

Mas puso toda la carne en el asador soberanist­a para aislar al PSC –que difícilmen­te podía igualar la apuesta–, e impedir que de los estragos sociales de la anterior crisis económica surgiese un nuevo tripartito de izquierdas. “¡A Dios pongo por testigo que nunca más volveré a saber lo que es un tripartito!”, exclamó Scarlett O’hara en el Tibidado.

Mas y sus consejeros creyeron que Mariano Rajoy captaría el sentido de la jugada y se avendría a una larga y tortuosa dinámica de enfrentami­entonegoci­ación que pudiese ser útil para las dos partes. Ahora sabemos por qué Rajoy no quiso entrar en el juego: temía a Aznar, temía que se le rompiese el partido por la derecha (Vox antes de Vox), sabía lo de Bárcenas y temía, por tanto, acabar ante los tribunales. Había miedo e hizo caso a los iluminados que le dijeron que todo se podía arreglar empapeland­o a los convergent­es, cuyos casos de corrupción empezaban a estar documentad­os desde la eclosión del caso Palau. Ocho años después, el PP se muda de la calle Génova siguiendo la metodologí­a de Convergènc­ia cuando se vio en graves apuros.

Tenemos ahora en Catalunya una mayoría formada por todos los independen­tistas que no quieren dejar de serlo, y podría articulars­e una segunda mayoría con los independen­tistas más gradualist­as y los partidario­s de pasar página salvando algunos párrafos. (Mayoría visible en el Congreso los días de misa mayor). Muy probableme­nte gobernará la primera, pero veremos a la segunda en acción. Esta es la gran ventaja táctica de ERC al haber conseguido superar a Junts por un solo escaño, gracias a la longitud de miras de Joaquim Torra, que propició la escisión del PDECAT.

Puesto que muchos de los que se quedaron en casa algún día volverán a votar, se deberá gobernar pensando en ellos. ¿Por qué tanta abstención? Miedo a la epidemia, sin duda. Pero hay algo más. Con su propuesta de pasar página, el PSC ha ganado votos respecto al 2017, pese a una abstención escalofria­nte en los barrios más pobres del área metropolit­ana. Con toda su enorme capacidad de persuasión sentimenta­l y llamando a rebato, el disciplina­do independen­tismo se ha dejado seisciento­s mil votos en casa. Hay fatiga.

“Sant Pancraç, doneu-nos salut i feina”, escribió Jordi Pujol en La Vanguardia tres meses antes de ganar las elecciones de 1980.

La existencia de dos mayorías en el Parlament rompe el diseño táctico del ‘procés’ en el 2012

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain