Y seguimos sin cobrar por ERTE
Decían hace unas semanas que el 98% de las prestaciones por ERTE habían sido reconocidas y, en consecuencia, que habían sido recibidas por sus destinatarios. Según el Ministerio de Trabajo, solamente aquellas solicitudes con errores eran las que no habían sido ingresadas.
En aquel momento, me sentí muy afortunada de oír aquella noticia, ya que conocía a gran parte del colectivo sin cobrar: si era solamente el 2%, significaba que se trataba de mi círculo más próximo y unos cuantos más (nótese la ironía).
Estoy en ERTE desde el 30 de abril. Estamos a 5 de agosto y todavía no he visto un euro de mi prestación. Todavía no he conseguido hablar con ningún trabajador del SEPE por teléfono. Todavía no me han contestado a ninguna de las consultas que he rellenado en el formulario, ni a los correos electrónicos que he mandado a la dirección habilitada por el SEPE para las incidencias. Lo que sí que he conseguido es una cita en la oficina del SEPE de Berga, en la que me han dicho que ellos no podían tramitar prestaciones, que se hacía desde Barcelona. No obstante, sí que me aseguraron que no había ningún error ni en la solicitud presentada por mi empresa, ni en las varias presolicitudes individuales que he rellenado desde el 30 de abril.
Afirmación que deja a la ministra en una situación complicada: no son solo las solicitudes de ERTE con errores las que no se han gestionado, sino que seguramente sean muchas más del 2% las que no se han gestionado. ¡Qué pena que ya no nos conozcamos todos! Pero qué pena aun mayor vivir en un país en el que sus líderes nos mienten a la cara sin consecuencias, y en el que se deja que su ciudadanía pase grandes dificultades económicas a causa de un sistema ineficiente, que no solo paraliza el pago de unas prestaciones, sino que además es incapaz de dar respuesta, por cualquier canal, a personas en situación de desesperación.
Irene Rubio Martínez
Sallent