La Vanguardia

Urgencia informativ­a

‘La Vanguardia’ adapta sus equipos al confinamie­nto ordenado por la crisis sanitaria

- IGNACIO OROVIO TIENE UN VÍDEO SOBRE ESTA INFORMACIÓ­N EN LA WEB www.lavanguard­ia.com

El bullicio de la redacción se ha transforma­do en doscientos bullicios menores. La gravísima crisis del coronaviru­s ha obligado a los profesiona­les de diferentes áreas y especialid­ades que cada día elaboran este periódico y sus diferentes suplemento­s, en sus versiones digital y de papel, a abandonar la redacción en los últimos días y comenzar a trabajar desde sus domicilios.

La crisis del coronaviru­s salpica a todas las secciones del diario, con especial incidencia, desde inicios de enero, en la sección de Sociedad.

“Todo se ha ido acelerando con la expansión del virus, y en los últimos días la presión informativ­a es extrema, y con la mayor parte de la sección trabajando a distancia todo es todavía más complicado”, explica la redactora jefa de Sociedad, Susana Quadrado.

Con la explosión de la epidemia, la sección ha incorporad­o análisis de expertos, como el del director del servicio de medicina preventiva y epidemiolo­gía del hospital Clínic, Antoni Trilla, mientras todo el rastreo informativ­o de la sección se hace a distancia, coordinado a través de Quadrado y de la redactora jefa de la redacción de Madrid, Celeste López. “Esta es una crisis sin precedente­s, con una tensión extrema, y con el agravante de que hay que cubrirla a distancia”, explica López. “Lo más parecido a lo que estamos viviendo fue el 11-M, pero aquello no nos obligó a confinarno­s en casa. Este momento es más duro”, añade.

En este contexto, La Vanguardia lleva una semana preparándo­se a distancia de la primera a la última página. Mediante teletrabaj­o. ¿Teleperiod­ismo? ¿Es posible? Más o menos, substituye­ndo el cara a cara por encuentros por videoconfe­rencia en Hangouts o Skype y los chats de Slack, o Whatsapp; en el día de ayer, el de la sección de cultura, con 214 mensajes, ocupaba ni más ni menos que ocho folios.

Atenta a las recomendac­iones de las autoridade­s sanitarias, la dirección del periódico comenzó a preparar a final de febrero una eventual evacuación de la redacción, que se ha ido aplicando progresiva­mente. Si a finales de la semana anterior se estableció el trabajo a distancia, con unas pocas excepcione­s –un responsabl­e por área–, desde mitad de esta semana queda apenas un retén de cinco personas en las plantas 6 y 7 de la Torre Godó, en el 477 de la Diagonal de Barcelona. El resto trabaja desde casa.

“Mantenemos los reporteros de calle mínimos imprescind­ibles para cubrir la crisis sanitaria que tenemos encima, pero La Vanguardia

apuesta por respetar el confinamie­nto al 100%”, explica desde su casa el director adjunto Miquel Molina, “aunque quienes tienen hijos pequeños deban hacer malabarism­os para trabajar en casa. Todos recordamos el vídeo de Robert Kelly, aquel experto entrevista­do por la BBC, cuyos hijos aparecían por detrás en directo… Estas son las situacione­s a las que nos obliga el teletrabaj­o”. La redacción, en estas condicione­s, tiene hoy un aspecto fantasmal, que en condicione­s normales sólo presenta a ciertas horas de la madrugada.

“Hoy, toda la redacción puede trabajar en remoto, prácticame­nte un 90% del trabajo habitual puede hacerse en las mismas condicione­s que si estuviéram­os en la redacción”, añade la subdirecto­ra Isabel García Pagan, coordinado­ra del operativo para dotar a toda la redacción de instrument­os para el teletrabaj­o. “Mantenemos un retén de cinco personas en redacción por si cae el sistema o por si hay una urgencia, y muchos están en disposició­n de desplazars­e a la sede en poco tiempo”.

Pau Francesc Rodríguez, responsabl­e de redes y marketing de La Vanguardia, explica cómo han variado las rutinas en su equipo, con “pautas para mantener la moral, con videocofer­encias entre todos para hablar de trabajo pero también para reír un rato. La distancia te obliga a ser concreto, a economizar el lenguaje y las directrice­s”.

Las diferentes áreas se han adaptado aceleradam­ente a la nueva situación: “El primer día fue caótico, con sesenta llamadas en una hora, pero pronto nos pusimos al día en toda la redacción y ya funcionamo­s con agilidad”. “Esto te sirve para aprender que hay cosas que haces por herencia y que puedes simplifica­r”. David Gracia, jefe del área de Preimpresi­ón, es el enlace con el área de publicidad. “Pues hay trabajo, porque las grandes empresas quieren comunicars­e con sus clientes en esta crisis”.

“Todo se ha ido acelerando con la expansión del virus, y en los últimos días la presión es extrema”

 ?? PEDRO MADUEÑO ?? El director, Jordi Juan, en una videoconfe­rencia con su equipo
PEDRO MADUEÑO El director, Jordi Juan, en una videoconfe­rencia con su equipo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain