La economía mundial crecerá un 0,2% menos por el coronavirus
La Fira resistirá este año sin el Mobile gracias a Alimentaria
El FMI calcula que el coronavirus hará crecer un 0,2% menos la economía mundial. Mientras, la Fira cree que superará la cancelación del Mobile gracias a Alimentaria.
De haberse producido la cancelación del Mobile World Congress (MWC) hace unos años, los cimientos de Fira de Barcelona habrían temblado. Pero la apuesta por no poner todos los huevos en el mismo cesto y ampliar la oferta de salones profesionales, sumada a la casualidad de que el miedo al coronavirus haya llegado en un año par –que es cuando se celebra el salón bianual de Alimentaria–, mitigan los efectos negativos de la suspensión del mayor congreso que acoge la capital catalana.
A falta de teléfonos móviles de última generación y charlas sobre la tecnología 5G, buena será la exhibición de los mejores productos alimentarios y servicios para la hostelería en el recinto ferial de l’hospitalet a mediados de abril. Los salones internacionales de alimentación y de equipamiento para la restauración son los únicos capaces de llenar también los ocho pabellones de Fira Gran Via, con un componente de exportación cada vez mayor y un impacto económico de alrededor de 200 millones en su última edición. Alimentaria y Hostelco dejan unos beneficios que se acercan a la mitad de lo que genera el Mobile y un volumen de asistentes profesionales incluso mayor, moviendo a 150.000 personas cada dos años. Por eso, todos los años acabados en número par suponen una cuenta de resultados más favorable para la Fira de Barcelona que los impares.
A esto hay que sumarle la conjunción astral de que este 2020 también se organiza el salón profesional de la industria química, Expoquimia, que se celebra cada tres años. Tanto este último como Alimentaria y Hostelco son salones propios organizados por la Fira de Barcelona y, por lo tanto, no se somete a la decisión de un tercero sobre su celebración.
También surge de la propia institución ferial la invención de Bforplanet, el nuevo certamen previsto para finales de mayo, que pretende ser el centro de discusión alrededor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Trata de imitar el éxito conseguido con el Smart City Expo World Congress, puesto en marcha hace diez años de manera modesta, y convertido a hoy en día en un acto líder a escala mundial en el campo de las ciudades inteligentes, incluso con franquicias en Asia y América. El objetivo es ahondar en la diversificación de ferias alrededor de temas llamados a ser centrales en un futuro tan inmediato que ya es presente.
NUEVOS HORIZONTES Actos propios como la Smart City Expo han crecido con fuerza en poco tiempo
LA CASUALIDAD DEL AÑO PAR La bianual Alimentaria llenará en abril los pabellones ahora vaciados de teléfonos
Todo ello permite reducir la dependencia del Mobile en las cuentas de la Fira de Barcelona. Cuando el salón de la telefonía móvil dio en el 2013 el salto de los clásicos palacios de Montjuïc a los modernos pabellones de Gran Via, su peso en las cuentas de Fira de Barcelona se disparó y llegó un momento en el que prácticamente la mitad de los ingresos de la institución ferial provenía de la GSMA, la patronal de la telefonía móvil organizadora del MWC. Eran tiempos en los que la crisis económica había hecho desaparecer temporalmente algunos salones clásicos de Barcelona y había empequeñecido visiblemente a otros. Pero desde hace tres años las cifras de la gran mayoría de los actos no hacen más que crecer y la dependencia del Mobile se ha reducido. En las cuentas del año pasado, el salón de la GSMA representaba un 30% de los ingresos anuales.
Con esta perspectiva, los responsables de la institución ferial se muestran optimistas. “Será un año más difícil de lo esperado, pero tenemos capacidad para encajarlo y mantenemos la solidez financiera”, valora el consejero delegado de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga. El récord de 215 millones de euros de facturación alcanzado el año pasado no se podrá conseguir, aunque está por ver cuánto dinero
CAMINO DE LA DIVERSIFICACIÓN Nuevos congresos ideados por la propia organización amplían el abanico de ingresos
DUDAS SOBRE EL IMPACTO La cancelación deja en el aire los 60 millones de renta previstos por el alquiler de pabellones
acabará recibiendo el ente del que forman parte la Generalitat, los ayuntamientos de Barcelona y l’hospitalet y la Cambra de Comerç de Barcelona.
La GSMA paga unos 60 millones de euros anuales por el alquiler de los espacios de Gran Via y de Montjuïc. Ahora se entra en un periodo de negociación en el que Fira tiene la necesidad de ser comprensiva e indulgente teniendo en cuenta que, pese haber reducido la dependencia, sigue siendo su principal cliente. Fuentes del sector creen que Fira de Barcelona no perderá por completo esos 60 millones, sino que recibirá alguna parte, ya sea directamente o a través de las compañías aseguradoras, si finalmente la GSMA consigue convencerlas de que la amenaza del coronavirus era una causa de fuerza mayor que obligaba a cancelar el congreso.