La casa ‘secreta’ de los príncipes Mary y Federico
El pasado octubre extrañó que Mary de Dinamarca anunciara que se ausentaba del país para estar cerca de sus cuatro hijos, que iban a pasar “12 semanas internos en la Escuela Internacional Lemania-verbier”. Era chocante que si los niños iban a un internado la princesa abandonara durante tanto tiempo sus labores institucionales.
La extrañeza se ha transformado ahora en un debate en el Parlamento danés al conocerse que durante su estancia en Suiza, la familia se aloja en una casa de su propiedad cuya existencia se desconocía. “Los daneses pagamos su modo de vida, por lo que deberíamos haber sabido que tenían esa casa”, ha denunciado la alianza rojiverde. Por su parte, la conservadora Birgitte Bergman respalda al matrimonio: “Mi partido apoya a la familia real al 100% y todo lo que hacen, siempre y cuando sea dentro de la ley. No vemos ningún problema con este asunto”.
El heredero danés y su mujer compraron hace diez años, por unos dos millones de euros, un chalet de estilo tradicional en Verbier, lugar donde acostumbran a esquiar.
Los príncipes, que el pasado 6 de enero posaron para la prensa con motivo del inicio de curso de sus hijos, les acompañan todos los días a la escuela a pie, a excepción de los miércoles, que van en automóvil, ya que toca clases de esquí, y no se imparten en el propio centro. Hacen una vida tan casera que el propio príncipe encargó una tarta a una pastelería cercana para el octavo cumpleaños de Vincent y Josephine, el pasado ocho de enero, según la revista Billet Bladet.