La coalición de UPN, PP y Cs vence en Navarra con el PSOE al acecho
Navarra Suma, la inédita fórmula electoral de Unión del Pueblo Navarra (UPN), PP y Ciudadanos, fue la coalición más votada en la Comunidad foral. La candidatura se hizo con el 29,29% de los sufragios y dos escaños, los mismos que el PSOE, que sube en un representante con respecto al 2016. La tercera fuerza, con un diputado, fue Unidas Podemos, que sufrió una sangría considerable de apoyos y bajó en ocho puntos porcentuales con respecto a hace tres años. La participación en el territorio, por otro lado, se situó en el 76,28%, casi nueve puntos por encima de los anteriores comicios generales.
La alianza creada para evitar la fuga de votos en la derecha navarra cumplió su cometido y aglutinó los apoyos suficientes para no sufrir el impacto de la atomización. Navarra Suma experimentó ayer con resultados positivos una fórmula en principio difícil de vender a parte del electorado regionalista de UPN, no por el habitual apoyo del PP, sino por la adhesión de Ciudadanos, un partido con un abierto discurso antiforalista. Los históricos ataques de los naranjas contra el “opaco” cálculo de la aportación navarra al Estado y su naturaleza “insolidaria”, sin embargo, no pesaron en una espacio sociológico movilizado, el de la derecha constitucionalista, que se marca como objetivo prioritario, por encima de las discrepancias, recuperar el Ejecutivo foral en los comicios autonómicos del próximo 26-M, un Gobierno del que UPN fue desalojado en el 2015 por el cuatripartito formado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda Ezkerra. Hasta ese momento, los regionalistas se mantenían al frente de la comunidad de manera ininterrumpida desde 1996.
En las generales de ayer, Navarra Suma fue seguido muy de cerca por el PSOE, que aprovechó el impulso del efecto Sánchez para lograr el 25,71% de los votos –ocho puntos más que hace tres años– y obtener dos diputados, uno más de los que tenía. El quinto asiento fue para Unidas Podemos, que sufrió un duro varapalo y bajó en más de 28.000 papeletas y diez puntos porcentuales perdiendo el segundo diputado que obtuvo en el 2016. EH Bildu, con una gran subida de 14.655 sufragios, se quedó muy cerca de arañar un escaño que hubiese puesto la guinda a los cuatro conseguidos en Euskadi por la coalición liderada por Otegi y que pretende exprimir en Madrid entrando en negociaciones.
A su vez, los resultados de ayer evidencian de nuevo la dificultad de Geroa Bai, partido de la presidenta del territorio, Uxue Barkos, para lograr visibilidad en el debate político de las generales, monopolizado por los líderes de las grandes formaciones. Como en el 2016, la sigla se quedó sin un escaño del que sí gozó antes. Vox tan sólo obtuvo el 4,82% de los votos.