La Vanguardia

Micky Lawler

- SERGIO HEREDIA

La Asociación Femenina de Tenis (WTA), que preside Lawler, ha aprobado cambiar la normativa para proteger durante tres años el ranking de las jugadoras que tengan un bebé. Asimismo, las tenistas podrán jugar con leggings.

Algunas cosas ya no las vamos a tolerar. Ese tiempo se acabó. Por ejemplo, no nos quedaremos cruzados de brazos cuando Martin Solveig, dj francés, le pregunte en público a Ada Hegerberg, mejor futbolista del mundo: –¿Haces twerking? (...) La gente del tenis también está pendiente de todo eso.

Ya hace tiempo que ellas, las tenistas, cobran tanto como ellos. Ese es el pacto al que habían llegado los organismos internacio­nales y los organizado­res de los torneos de tenis. La gente de la WTA y la del ATP.

Ellas cobran lo mismo que ellos. Y sanseacabó el debate.

Aunque quedan algunos flecos, asuntos que van más allá de lo estrictame­nte económico. El año pasado, el ranking de Serena Williams (36) había caído en picado. En enero era la líder del circuito WTA. En julio, la 15.ª. A finales de año, la 22.ª.

Y en este 2018...

Hubo un momento, en marzo, en el que se hundía hasta la 491.ª. Ahí la teníamos: la gran Serena Williams, la 491.ª del mundo.

Había una explicació­n. Estaba de baja. Había sido madre.

Alexis Olympia se llama la criatura. Fue un parto complicado. –Estuve a punto de morir. Hubo un sinfín de complicaci­ones tras el parto. Pasé seis semanas en la cama –confesaba Serena Williams.

Luego, ya repuesta, volvió a escena. Lo hizo en Indian Wells y en Miami. Escaló algo, nada del otro mundo. Se aproximó al top 100. En realidad, ahí había algunas servidumbr­es: venía del más allá, y nadie le había protegido el ranking. Si era la 400.ª del mundo, tenía que enfrentars­e a las mejores. El cuadro le pesaba. Debía medirse a rivales realmente temibles desde el primer minuto, desde la ronda inicial. En su primer día en la oficina, en Miami, Serena Williams se había encontrado ante Naomi Osaka. Una top 5.

Aquello era demasiado, de manera que se rindió.

Y el asunto generó controvers­ia.

¿Cómo es posible que una tenista que ha sido la mejor del mundo, que acaba de ser madre y que está regresando fuera de ritmo, tenga que enfrentars­e, así de sopetón, a una de las mejores del mundo?

¿No se ven ahí asimetrías? –Cuando volví a jugar, tras ser madre, me sentía como un elefante. El solo hecho de moverme, de ir a buscar la pelota, era terrible –dijo Kim Clijsters en su día.

Serena Williams elevó sus protestas.

EL REGRESO

En su primer partido posparto, Williams tuvo que medirse a Naomi Osaka, una top 5

La WTA eleva los sistemas de protección a las tenistas que han tenido un bebé: les respetará el ranking durante tres años

EL UNIFORME

La ATP autoriza a las tenistas a vestirse como les plazca; Roland Garros dice que ni hablar

Las llevó a Roland Garros, tres meses más tarde. Se enfundó en una malla negra, a juego con una ceñida camiseta –ahí tienen a Catwoman, la imagen que ilustra este Y Punto...–, y dijo:

–Me siento como una superheroí­na. O como la reina de Wakanda.

La reina de Wakanda es un personaje de Pantera Negra, una creación de Marvel Comics.

Todo eso lo dijo mientras se deshacía de Pliskova (top 30), Barty (top 15) y Goerges (14.ª), primeras espadas. Y sólo se rindió ante Sharapova. Aunque lo de rendirse es relativo. Perdió sin jugar: tanto sobreesfue­rzo, tanta rival de enorme peso, la había lesionado.

Todo eso, la gente de la WTA ha decidido estudiarlo a fondo. De sus cuitas, tuvimos noticia ayer. A partir de enero, las madres que regresen a la competició­n, o aquellas que hayan sufrido una lesión de larga duración, tendrán el ranking protegido durante doce torneos en tres años. Es decir, durante sus doce primeros Grand Slam.

¿Qué significa?

Que no tendrán que enfrentars­e a ninguna cabeza de serie en la primera ronda: su devenir en el torneo se verá allanado, al menos en los primeros compromiso­s.

También está el asunto del atuendo. Aquí hay divergenci­as. La WTA le da carta blanca a Serena Williams para que se vista de Catwoman, o de lo que le plazca.

–Las mallas y las medias compresora­s podrán lucirse con o sin falda, con o sin pantalones, con o sin vestido –dijo la ATP.

Aunque algunos organizado­res no opinan la mismo. Bernard Giudicelli, presidente de la Federación Francesa de Tenis, se reserva un código de vestimenta para Roland Garros: si se viste como la reina de Wakanda, Serena Williams no tiene sitio en la Suzanne Lenglen.

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 ?? CHRISTOPHE SIMON / AFP ?? Traje de gato Serena Williams lució un uniforme ceñido en el último Roland Garros, primer Grand Slam que disputaba tras sermadre
CHRISTOPHE SIMON / AFP Traje de gato Serena Williams lució un uniforme ceñido en el último Roland Garros, primer Grand Slam que disputaba tras sermadre

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