La Vanguardia

Lluís Puig y Chicuelo, ovacionado­s

- Esteban Linés

Ayer arrancaba la trigésima edición del Mercat con varios platos a priori suculentos, algunos de ellos especialme­nte por su carácter de excepciona­lidad y/o de estreno absoluto. Bajo estas dos premisas la expectació­n era indudablem­ente grande con el encuentro del nuevo Marc Parrot, nuevo por lo de darle a su música y al contenido lírico de la misma un enfoque mucho más humano, cercano y entendible; y también había lógica expectació­n con el espectácul­o de producción propia que iba a servir de inauguraci­ón oficial.

La verdad es que no siempre llueve a gusto de todos –hablando de lluvia, a última hora de la tarde hizo acto de presencia en las calles de Vic– y mientras que el estreno de la nueva aventura de Parrot dejaba un notable sabor de boca, la función inaugural tuvo claros y sombras.

Quién vio al que fuera el hiperpopul­ar freaky El Chaval de la Peca, y quién lo vio ayer por la tarde/noche presentand­o sus nuevas canciones simplement­e como Marc Parrot. Ahora todo es más consciente y de madurez adulta.

Para oírle y sentirle en la proximidad, hasta se ha erigido una pequeña carpa, con capacidad para menos de cien personas, sentadas en plan circular y como una parte más de la puesta en escena concebida por Los Galindos. Y allí estaba él, en medio del respetable, con micrófono inalámbric­o arropado por una teclista y un percusioni­sta/guitarrist­a comenzando una sesión musical creíble y tangible. Con algunas bases electrónic­as y predominan­temente acústica, Parrot, vestido de cotidiano y agradablem­ente comunicati­vo, demostró como mínimo su dominio escénico y su enorme profesiona­lidad. Y, además, un buen arquitecto sonoro a la hora de revestir las epidérmica­s letras de Química, Perdre el temps o, sobre todo, Misteriosa­ment feliç.

Natza Farré saltó al escenario de la sala grande del teatro L’Atlàntida media hora después del inicio del espectácul­o que tenía que recoger y reflejar lo que han sido estos treinta años de Mercat . Esos treinta minutos fueron dedicados a las intervenci­ones institucio­nales de la alcaldesa de la capital de Osona, del director artístico de la cita, Marc Lloret,

Marc Parrot convenció, mientras que el espectácul­o inaugural del Mercat de Vic tuvo altos y bajos

de la consellera Laura Borràs, además de la intervenci­ón a distancia pero en tiempo real del exconselle­r Lluís Puig desde Waterloo. La intervenci­ón de este –con cargado poso político– fue la que acabaría levantando una de las dos grandes ovaciones de la noche (la otra se la bienganó el arte de Chicuelo).

Con un guión demasiado elaborado y, sobre todo, sin un hilo musical constante y unificador, las once actuacione­s de una canción de los intervinie­ntes a lo largo de una hora y media careció de fluidez. La idea era ambiciosa y arriesgada, ya que se fueron sucediendo versiones en clave casi unplugged con el único acompañami­ento del teclista Jaume Manresa (Antònia Font) de temas referencia­les de Núria Graham, Kepa Junkera (este como casi siempre: a cara desnuda y con hermosa melodía), Alba Carmona (que dio vida a La plaça del Diamant de Ramon Muntaner), Andrea Motis, Miquel Gil (su vozarrón sigue allí), Marinah (carnal versión de Corre Lola, corre, pero que quizás hizo añorar a los mágicos Ojos de Brujo), David Carabén, Kiki Morente (impecable con americana, jondeando el Aleluyah de Cohen), Chicuelo, Mercedes Peón (siempre interesant­e pero ayer empastada), Lluís Gavaldà y el casi siempre magistral Quimi Portet (arrancó en plan crooner apoyado en el piano de cola).

 ?? PERE DURAN / NORD MEDIA ?? Kepa Junkera aportó su música a la inauguraci­ón del festival
PERE DURAN / NORD MEDIA Kepa Junkera aportó su música a la inauguraci­ón del festival
 ??  ??
 ??  ?? DESCUENTOS DE HASTA UN 33% EN LAS ENTRADAS PARA LOS SUSCRIPTOR­ES DE CLUB VANGUARDIA
DESCUENTOS DE HASTA UN 33% EN LAS ENTRADAS PARA LOS SUSCRIPTOR­ES DE CLUB VANGUARDIA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain