La plasmación del éxito
La firma adquiere la empresa alemana Haema por 220 millones de euros
Grifols, el fabricante catalán de hemoderivados, anuncia la compra de la empresa alemana Haema, propietaria de la mayor red de centros de recogida de plasma de Europa, con 35 establecimientos en nueve estados que procesan 800.000 litros de plasma al año procedente de un millón de donaciones remuneradas.
Grifols, el fabricante catalán de hemoderivados, anunció ayer la compra de la empresa alemana Haema, propietaria de la mayor red de centros de recogida de plasma de Europa, por 220 millones de euros. Con Haema, Grifols adquiere sus primeros centros de recogida de plasma fuera de Estados Unidos: 35 centros en nueve landers, que recogen 800.000 litros de plasma al año procedente de un millón de donaciones remuneradas, siguiendo el modelo americano. Ahora Grifols importa el plasma de Estados Unidos para fraccionarlo en su planta barcelonesa de Parets del Vallés, que en el futuro podría aprovisionarse del plasma alemán.
Haema tiene una plantilla de 1.100 personas y era propiedad hasta ahora del grupo inversor alemán Aton, que la ha vendido libre de deuda. La adquisición incluye tres centros más en proceso de construcción; un edificio de 24.000 metros cuadrados que alberga la sede central de la compañía en Leipzig, y un laboratorio central en Berlín. La compra, asesorada por el bufet Osborne Clarke, está pendiente de que sea aprobada por las autoridades nacionales de la competencia, probablemente antes de verano. Con todo, Grifols no podrá contar con este plasma a medio plazo: la firma tiene contratos para suministrar plasma a diversos fraccionadores, con una duración media de 18 meses. Grifols explicó que ha financiado la compra con su propia tesorería, sin emitir deuda. El grupo explicó hace unos días que tiene una deuda financiera neta de 5.170,4 millones de euros, con 886,5 millones de tesorería y líneas de financiación no dispuestas por otros 400 millones.
La firma recordó que uno de sus objetivos estratégicos es aumentar su aprovisionamiento de plasma, la materia prima de la que se obtienen los medicamentos que comercializa, y diversificar su red de centros de donación. La demanda de plasma, explicó un portavoz, crece a un ritmo del 7% anual en todo el mundo, a medida que más personas acceden a una atención sanitaria de calidad en países en desarrollo, y porque aumentan las patologías para los que están indicados.
Ahora Grifols tiene 190 centros de donación de plasma en Estados Unidos y un plan inversor para abrir otros nuevos. El grupo entró en Estados Unidos en 2001 precisamente comprando centros de plasma: los de la firma californiana SeraCare por 147,5 millones de dólares. A ellos se sumaron los de Alpha Therapeutic, PlasmaCare y otras pequeñas empresas hasta que en el 2010 dio su gran salto adelante con la compra de Talecris, uno de los líderes del mercado, lo que le convertió en el tercer mayor fabricante de hemoderivados del mundo. Actualmente apenas quedan centros de plasma independientes en ese país.
Grifols resaltó que todos los centros de donación de Haema cumplen con las regulaciones de las autoridades sanitarias alemanas y cuentan con licencia del PaulEhrlich-Institute, el Instituto Federal de Biomedicamentos y Vacunas dependiente del Ministerio de Sanidad de la República Federal de Alemania.
La empresa que preside Victor Grífols cerró el año pasado con un beneficio neto consolidado de 661,3 millones de euros, un 21,4% superior al del 2016, pero con un crecimiento de las ventas menor de lo esperado, del 6,6%, hasta los 4.318 millones de euros. La firma, perjudicada por el tipo de cambio del dólar, contabilizó incluso un descenso de sus ingresos del 3,8% en el cuarto trimestre, hasta los 1.068 millones.
El grupo tiene 190 centros de recogida de plasma en Estados Unidos, y Haema le aportará otros 35