Despedir el año a lo grande
Descubrir la magia gélida creada por
los mejores escultores de hielo;
apostar por una Navidad austera caminando por el cabo de Gata; optar por secretos del Este como la búlgara Bansko o la rumana Brasov y sus exóticas y asequibles pistas de esquí o disfrutar de todo el glamur
foodie de Gstaad. Te proponemos doce planes para cerrar el año de forma inmejorable.
1 EL HIELO COBRA VIDA EN ZWOLLE. Juego de Tronos, Sherlock Holmes, Drácula y 20.000 leguas de viaje submarino: el tema de este año del festival de esculturas de hielo de Zwolle, a una hora de Ámsterdam, lleva por nombre Historias del Mundo.
Desde el 23 de diciembre hasta el 4 de marzo, más de cuarenta maestros de esta disciplina crearán un universo invernal de más de 3.000 m2 en el IJsselhallen Zwolle, donde se expondrán un centenar de figuras construidas con 275.000kg de hielo. Es la excusa perfecta para descubrir esta urbe, con una oferta gastronómica que incluye joyas como De Librije, de 3 estrellas Michelin, y tan llena de parques que es considerada la ciudad más verde de Holanda, que ya es decir.
2 ENTRE LENTEJUELAS Y TRAPECISTAS. Una fantasía de niños. Despertar en un carromato antiguo de circo entre maquillaje y lentejuelas y compartir el día a día de los artistas del
Circ Històric Raluy. Su hotel es uno de los alojamientos más originales que podemos reservar si vamos con niños o mantenemos el espíritu infantil –o nómada– vivo en nosotros. Despertaremos para compartir la jornada con los artistas y descubrir los entresijos de este particular ambiente con encanto y magia. Estarán en Barcelona hasta el 18 de febrero. 3 EL IGLÚ SOÑADO. Y si el circo puebla la fantasía de los nostálgicos y los niños, el Kakslauttanen Arctic Resort poblará la de los amantes de la naturaleza y la sensualidad. Este hotel de hielo en las montañas de la Laponia finlandesa cuenta con iglúes de cristal y chalés tradicionales de madera, así como con la
sauna de humo más grande del mundo. Cada uno de los iglúes de cristal térmicos dispone de un dormitorio con techo de cristal, mientras que los chalés tienen chimenea y sauna privada. Sirven especialidades laponas, como reno y salmón a la parrilla, y los más valientes pueden bañarse en un agujero en el hielo. Safaris
con huskys y renos, excursiones en motos de nieve, esquí de fondo o raquetas son otras de las opciones si logramos dejar por unas horas nuestro idílico iglú.
4 GLAMUR EN GSTAAD. Paraíso sibarita y meca del lujo chic por excelencia, la localidad suiza de Gstaad hechiza con sus pequeñas calles peatonales, tejados de cuento repletos de nieve, algunas de las tiendas más exclusivas del continente y más de 250 km de pistas de
esquí, todo ello enmarcado por los imponentes Alpes suizos. Los
spas de sus hoteles, como el Gstaad Palace, el Bellevue Hotel o el Gran Hotel Park, son un lujo al alcance de pocos, y en los locales de sus calles, en especial en el famoso Promenade, podremos disfrutar de un desfile de glamur. Y también de alguna de las muchas celebrities que se dan cita aquí por estas fechas. Los foodies enloquecerán en Pernet Comestibles, una de las tiendas gourmet con más caché del continente, donde marisco, trufas y quesos compiten en excelencia y precios. Si nos llega el presupuesto, las cenas de Nochevieja
y Nochebuena en el Gstaad
Palace son para no olvidarlas.
5 LOS DOLOMITAS, DE REFUGIO EN REFUGIO. Las escarpadas paredes verticales de los Dolomitas, separadas por estrechos y profundos valles, toman un color rosado único cuando cae el sol. Cruzar estos paisajes italianos, sin duda de los más impresionantes de Europa, con raquetas de nieve, avanzando de refugio en refugio y cruzándonos con ciervos y cervatillos, puede convertirse en las Navidades de nuestra vida.
Andara Rutas es una de las agencias que organizan excursiones de varios días, en este caso con alojamiento en la localidad de Pecol di Zoldo. Incluyen una cena de Nochevieja en la que no pueden faltar las típicas lentejas de capodanno, que nos traerán suerte en 2018. Para cerrar nuestra ruta, por qué no una jornada de shopping y gastronomía en la glamurosa Cortina D´Ampezzo, o quizá alquilar un trineo para disfrutar de la nieve como niños.
6 CABO DE GATA Y FUERTEVENTURA A PIE. Para los que quieran pasar estos días haciendo trekking, hay otras opciones más cercanas y también muy atractivas, como las que organizan varias agencias de senderismo. Arawak, por ejemplo, propone un viaje de ocho días a
Fuerteventura para comenzar el año recorriendo lugares como el macizo de Betancuria, el islote de Lobos, el monumento natural del Malpaís de la Arena o el tramo costero del GR-131, una de las rutas de la red Caminos Naturales de la isla. Otras de sus rutas para Nochevieja, de cuatro días, tienen como destino los montes y desfiladeros de Burgos, las sierras de
Cazorla, Segura y Las Villas y los acantilados del cabo de Gata, una de las más espectaculares.
7 NAVIDAD EN HOGWARTS. Disfrutar del espectacular montaje navideño en el Real Jardín Botánico de Kew, husmear por la gran feria de Navidad de Winter Wonderland, en Hyde Park, o por los escaparates de Oxford Street , ir a ver El
cascanueces en el Teatro London Coliseum, comprar algún recuerdo en Harrods... A Londres le sobran los motivos para estar siempre entre las primeras opciones para una escapada navideña, pero esta vez te proponemos escogerla para visitar los estudios de Harry Potter de Warner Bros. Hasta el 28 de enero celebran Hogwarts in
the Snow, con el The Great Hall decorado con árboles de Navidad y con la Gryffindor Common Room y el modelo del castillo de Hogwarts completamente tematizados. Durante nuestro viaje a la capital, no nos olvidemos tampoco de tomar mulled wine, el vino caliente preparado con frutas y especias, ni los mince pies, dulce típico navideño británico. Si estamos allí el 25 de diciembre, podemos acurrucarnos en nuestro anorak y contemplar, admirados –u horrorizados–, la Peter Pan Cup
Race del lago The Serpentine, en Hyde Park, una carrera de natación en las aguas heladas del parque que se celebra desde 1864.
8 NAVIDAD SOBRE RAÍLES. Si Asesinato en el Orient Express nos ha abierto el apetito de viajar en tren, en el continente hay varias rutas espectaculares que cobran mayor encanto en estas épocas. En Noruega, el ferrocarril Flåm, una de las líneas de tren más empinadas del mundo, nos lleva hasta un escenario de cascadas y montañas con picos nevados que termina en los fiordos. Es parada habitual en la mayoría de cruceros que surcan los fiordos, que lo ofrecen como excursión de un día. Un poco más cerca encontramos el Glacier
Express, que recorre pequeños pueblos de los Alpes suizos y lagos congelados de Saint Moritz a Zermatt en una ruta de unas siete horas, entre pueblecitos suizos y un blanco inmaculado. También con Saint Moritz como protagonista, conectándolo con Tirano, en Italia, encontramos el Bernina
Express, otro tren que parece sacado de un cuento de hadas. Atraviesa 196 puentes y 55 túneles en una ruta declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
9 NIEVE A BUEN PRECIO. Si nos interesan pistas de esquí a precios muy competitivos y, a la vez, un ambiente exótico, Bulgaria puede ser nuestro destino de fin de año.
Bansko, repleta de casitas de piedra y a un par de horas de Sofía, cuenta con restaurantes de precios bajos y pases para esquiar a muy buen precio. Otra opción en esta línea es Brasov ,aunparde horas escasas de Bucarest. Esta ciudad medieval de Transilvania está a solo 12 km de la estación de esquí de Poiana Brasov ,enla que un día en la nieve nos costará mucho menos que si optamos por los Alpes. Transilvania ofrece, además, múltiples atractivos para complementar la estancia. Al margen de los archiconocidos mitos de vampiros, esta es
tierra de trufas, y son varias las agencias que organizan salidas a la montañan para buscar, en compañía de perros especializados, unas
trufas que se consideran de las mejores del planeta. No sabemos si encontraréis vampiros, ni siquiera si encontraréis trufas, pero os garantizamos que los paisajes transilvanos os dejarán si habla.
10 TALLIN HISTÓRICA. Raekoja plats es el centro neurálgico de la Navidad en esta capital báltica. En Tallin encontraremos un mercadillo con todo el sabor y el encanto de estas fechas, con artesanía estonia. Además, sorprende el pequeño zoo con renos y un abeto con mucha historia. Según se dice, fue la primera ciudad del continente en instaurar la tradición del árbol de Navidad. Bailes y conciertos de coros estonios y unos vasos de gloggi (vino caliente) pondrán la guinda para que sean unos días con un ambiente navideño de película.
11 MEDELLÍN, NAVIDADES EXÓTICAS. La Navidad de Medellín es menos conocida de lo que merecería, pero ya son decenas los miles de turistas extranjeros que escogen cada año esta ciudad colombiana para celebrar las fiestas y dar la bienvenida al nuevo año. Aquí, el espectacular alumbrado es tan descomunal que amenaza con fulminarnos la retina. Nada menos que 37 millones de bombillas y cerca de cincuenta mil figuras llenan de color las calles, en una de las Navidades más llamativas de toda América Latina. Este año, además, se celebra medio
siglo de los alumbrados, y estará más decorada que nunca.
12 ESCAPADAS AFRICANAS. Pero no nos engañemos: un alto porcentaje de la población prefiere huir del ambiente navideño tradicional. Por eso, os proponemos un par de propuestas para quienes quieran olvidarse de guirnaldas.
En Túnez, por ejemplo, celebran estos días el Festival Internacional del Sáhara. Este gran evento, que tiene lugar del 28 al 31 de diciembre en Douz, congrega a tribus nómadas procedentes de distintos puntos del país, de Argelia, Libia y Egipto, en una gran cita de la herencia árabe-bereber. Durante cuatro días de festejos, dromedarios, caballos y burros inundan las calles, que también se llenan de ceremonias, desfiles, encantadores de serpientes y otros espectáculos. Más exótico aún es el Festival
de Vudú de Benín, país aún muy alejado de los grandes circuitos turísticos. Cada 10 de Enero, la localidad de Ouidah deja de ser un enclave tranquilo para convertirse en la capital mundial del vudú, multiplicando por cinco o seis su población y atrayendo a los turistas más aventureros. En el templo de
las Pitones, el sacerdote honrará a los espíritus y antepasados para dar el pistoletazo de salida a una de las celebraciones más curiosas que podemos presenciar en África.