Sito Alonso
El Barcelona Lassa sufre la cuarta derrota consecutiva y el público muestra su enfado
ENTRENADOR DE BALONCESTO
El Barça de baloncesto sigue en caída libre y ayer sufrió su cuarta derrota consecutiva dentro de una temporada que empieza a complicarse mucho. Alonso (42) aterrizó este verano y de momento no da con la tecla del proyecto.
Cuando un equipo está roto es presa fácil para los rivales. Esta es la situación del Barcelona Lassa después de la cuarta derrota consecutiva, tercera en el Palau Blaugrana en poco más de una semana. Los dos conjuntos canarios han pasado por el recinto blaugrana en siete días y ambos han vencido, el Iberostar en la prórroga y el Herbalife con insultante superioridad durante los 40 minutos, no reflejada en el marcador con el 77-88 definitivo. La realidad no puede ser más adversa para los barcelonistas, obligados a una reacción inmediata que no se vislumbra por el desbarajuste que se observa en el bloque que prepara Sito Alonso, que ayer abandonó la pista con algunos pañuelos blancos en la grada y también con silbidos. La paciencia tiene un límite y este conjunto ya lo ha superado con un balance de 12 victorias y 12 derrotas que sitúa muy lejos de lo que debería estar un proyecto que comenzó hace pocos meses con una ilusión desaparecida ahora por culpa de los malos resultados.
En los tres tropiezos precedentes al partido de ayer, el Barcelona había encajado un promedio de 87,7 puntos. El Herbalife Gran Canaria repitió prácticamente esa cifra (88) en otra demostración de la debilidad catalana. Los jugadores de Casimiro, inteligentes, supieron aprovechar las carencias barcelonistas, que son muy grandes en defensa. Mandaron de principio a fin, jugaron con los nervios azulgrana y sentenciaron en el inicio del tercer cuarto cuando alcanzaron una diferencia de 14 puntos (42-56) muy cerca del minuto 25, que convirtió el resto del partido en un quiero y no puedo blaugrana.
Más allá de la derrota, la sensación de impotencia del Barça fue enorme. En otras palabras, el Herbalife demostró ser un equipo mejor, lo que resulta incomprensible. El israelí Mekel empezó muy bien (9p en el 10-15), Balvin (17p) y Báez (12p, 8r) hicieron mucho daño en la pintura y los exbarcelonistas Paulí (10p) y Eriksson (13p, 3/5 triples) dieron la puntilla. “Ellos anotaban con más facilidad”, comentó Sito Alonso, incapaz por ahora de revertir la dinámica perdedora de sus jugadores. “En los últimos partidos ha habido un cambio radical y la solución pasa por mejorar distintos aspectos, empezando por la mentalidad”, añadió. En efecto, la fragilidad del Barça es ahora extrema y cualquier detalle le descentra. Por eso, los 24 puntos y 6 asistencias de Heurtel quedaron como una isla en el descontrol global del bloque.
Los canarios dominaron los tres primeros cuartos (21-23, 1621, 20-24) y dieron la estocada después del 61-69 con un parcial de 7-19 que les permitió alcanzar la máxima ventaja (68-86). Y aunque un sector del público animó mucho, también hubo abucheos y enfado. Lógico.