El Govern no tomará decisiones hasta que Rajoy concrete el alcance del 155
JxSí y la CUP estudian votar la independencia en un debate de política general
El Govern no tomará ninguna decisión sobre el levantamiento de la suspensión de la declaración de independencia hasta que Mariano Rajoy concrete el alcance de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Después de la segunda carta de respuesta enviada ayer por Carles Puigdemont en la que avisaba que haría efectiva la independencia si el autogobierno era intervenido y de la reacción del Gobierno español de convocar un Consejo de Ministros extraordinario para mañana a fin de seguir adelante con los trámites de su aplicación, la intención es esperar primero a conocer en qué consisten las medidas.
Este es, cuando menos, el planteamiento que tiene sobre la mesa el bloque independentista, para el que la pelota está ahora en el tejado de la parte española y quiere conocer cómo la juega antes de realizar nuevos movimientos. Una estrategia que el presidente de la Generalitat analizó con la mayor parte de los miembros del Govern en reuniones a lo largo de toda la jornada, pero sobre todo por la mañana, en el palacio de la plaza de Sant Jaume de Barcelona, después de tener conocimiento de la nota con que el Gobierno español despachaba la carta sobre el segundo requerimiento que le había formulado. Y, en este contexto, quedó claro que la contestación recibida no había gustado, por el fondo, pero también por la forma, por entender que la aplicación del artículo 155 de la Constitución en realidad ya estaba decidida sin esperar a tener la respuesta de Carles Puigdemont.
“O la respuesta de Rajoy ya estaba hecha antes de recibir o leer la carta del president Puigdemont o no les importaba nada”, lamentó en este sentido el conseller de Presidència, Jordi Turull, mientras el de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, se preguntaba retóricamente en la misma línea si “hay alguien que, honestamente, se pueda creer que la respuesta de la Moncloa no estaba hecha antes de recibir la carta”. E incluso el titular de Empresa i Coneixement, Santi Vila –uno de los más reticentes a implementar la declaración de independencia–, quiso subrayar que “el president Puigdemont no puede ser más claro”, en referencia a la afirmación incluida en su segunda misiva de que el día 10 el Parlament “no votó la declaración formal de la independencia”, e igualmente se preguntó “¿qué nueva excusa utilizan ahora para evitar el diálogo y mantener la represión?”.
Precisamente el hecho de que el presidente de la Generalitat plantee en su carta la posibilidad de que el Parlament vote la declaración de independencia, como fórmula para levantar su suspensión consensuada con los socios del Govern –PDECat y ERC–, condicionó la reunión que también ayer mantuvieron los grupos de Junts pel Sí y la CUP para empezar a preparar el terreno en esta dirección. Y es que no todos los diputados ven necesaria una votación, que recuerdan que la ley del referéndum no prevé, pero ante la insistencia del Govern en este sentido empezaron a buscar mecanismos para plasmarla. Sobre la mesa se pusieron dos opciones: la celebración del debate de política general, que tocaría como inicio del curso político, o de un pleno monográfico. Las dos permiten votar resoluciones sin necesidad de tener que alterar el orden del día, con la diferencia de que en el pleno monográfico es preceptivo explicitar la materia a tratar –y a la vista de la experiencia un recurso de la oposición ante el Tribunal Constitucional no parece descabellado–, mientras que el debate de política general tiene su propia regulación fuera de estas contingencias.
La alternativa del debate de política general, que permitiría a Junts pel Sí y la CUP presentar la declaración de independencia como propuesta de resolución conjunta y única, es, en consecuencia, la que parece mejor situada. La decisión, de todos modos, no se adoptará hasta conocer cómo el Gobierno español concreta mañana la aplicación del artículo 155, lo que de entrada descarta la celebración de un pleno el fin de semana. A pesar de que la CUP es partidaria de proclamar la república catalana a la mayor brevedad posible, todo indica que aprovechará la junta de portavoces prevista para el lunes para plantear una solución conjunta con Junts pel Sí, de manera que el debate de política general, si finalmente es la opción escogida, pudiese celebrarse la próxima semana o, a lo sumo, coincidiendo con la aprobación definitiva de la aplicación del artículo 155 por el Senado los últimos días del mes.
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