Sánchez afronta el congreso del PSOE con una mayoría de delegados afines
El líder podrá aprobar su ejecutiva sin problemas, pero habrá de pelear el programa
Con una amplísima mayoría de líderes autonómicos y provinciales reclutados en las filas de Susana Díaz y, en menor medida, en las de Patxi López, muchos auguraban que a Pedro Sánchez le resultaría imposible gobernar el PSOE aun en el caso de ganar las primarias. “Pedro no tendrá delegados en el congreso federal, así que se lo tumbaremos todo si gana”, pronosticaban sus adversarios.
Pero el triunfo “inapelable” de Sánchez en las primarias –ganó por más de 15.000 votos y más de diez puntos de diferencia a Díaz– logró dar la vuelta a todos los pronósticos. Y hasta sus enemigos más irreconciliables han optado por cambiar de estrategia y, al menos por ahora, enterrar el hacha de guerra. Los denominados “congresillos” provinciales e insulares, autonómicos para las federaciones uniprovinciales como Madrid, que culminaron ayer para elegir a los 1.035 delegados que participarán en el 39.º congreso federal del PSOE, los próximos 17 y 18 de junio, han sido el mejor banco de pruebas de la nueva situación. Se han producido algunas escaramuzas y se han evidenciado, aún, algunas resistencias. Pero Sánchez, en definitiva, ha logrado reunir a una mayoría de delegados afines. “Más del 50%, sin duda”, celebran en su equipo.
El nuevo líder del PSOE, tras su triunfo en las urnas, ofreció trasladar el resultado de las primarias en cada territorio para pactar listas unitarias de delegados que evitaran mantener abierta la guerra. De esta manera, el millar de delegados del congreso reproduciría más o menos el resultado de las primarias, en las que Sánchez logró el 50,26% de los votos, Díaz el 39,90% y Patxi López el 9,84%. Y, pese a algunas oposiciones iniciales y algunas discrepancias finales en muy determinadas agrupaciones, así ha sido. Ni siquiera a Díaz le podía incomodar la oferta de Sánchez, ya que la presidenta de la Junta logró en las primarias el respaldo del 64% de la militancia andaluza, por lo que una amplia mayoría de los 255 delegados que irán al congreso federal en nombre de la federación andaluza son afines a ella. Y será la delegación más numerosa en el cónclave del PSOE, seguidos por los 95 delegados valencianos, los 80 madrileños y los 77 del PSC.
Con una mayoría final de delegados afines a Sánchez, en todo caso, el nuevo secretario general se despeja notablemente el camino en la cita del máximo órgano
La plurinacionalidad será objeto de debate; y cambiar los estatutos requiere el voto de dos tercios de los delegados
del PSOE. Pero Sánchez sabe por experiencia que en este partido nunca hay que bajar la guardia ni relajarse en exceso.
Así, en su propio equipo dan por hecho que al disponer de más de un 50% de delegados afines, Sánchez no tendrá problemas en ver ratificada su propuesta de ejecutiva federal. Pero el ya proclamado nuevo secretario general tendrá que pelear para sacar adelante su programa político, inyectado en forma de enmiendas a la ponencia marco del congreso elaborada por la gestora de Ferraz ahora en funciones. Al menos, algunos de sus puntos. Por ejemplo, la consideración del carácter plurinacional de España suscitará, sin duda, un intenso debate interno.
En el equipo de Sánchez asumen además que las enmiendas sobre el nuevo modelo de partido que han presentado, y que afectan a los estatutos del PSOE, requieren para su aprobación no de una mayoría simple sino del voto favorable de dos tercios de los delegados. Todas las propuestas de Sánchez, no obstante, llegan ya al congreso con el aval mayoritario de los 74.805 militantes socialistas que le dieron la victoria en las primarias. Y, por ahora, Sánchez va cumpliendo su hoja de ruta. Aunque como siempre dice él mismo, a la manera del Cholo Simeone, “partido a partido”.