Dilemas de sí o no
El creciente apoyo de la sociedad catalana a un referéndum pactado frente a la unilateralidad; y la ajustada victoria del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el plebiscito sobre la reforma constitucional que propugna.
EL presidente turco Recep Tayyip Erdogan, con la reforma de la Constitución aprobada por una ajustada mayoría en el referéndum celebrado ayer, refuerza considerablemente su poder y obtiene carta blanca para reestructurar el sistema político del país a su conveniencia. El hombre que domina la política turca desde hace quince años podrá seguir en el poder hasta el 2029, cuando cumpla los 75 años.
La reforma de la Constitución aprobada supone el cambio político más drástico del sistema de gobierno del país desde la fundación de la Turquía moderna hace 94 años, liderada por el histórico Mustafa Kemal Atatürk. Dicha reforma constitucional prevé la supresión del cargo de primer ministro y consagra un régimen presidencialista con amplios poderes ejecutivos y con un claro dominio de losnombramientosenlajusticia,conloqueseponefinala separación de poderes necesaria en todo régimen democrático. También podrá suspender la legislatura unilateralmente y decretar el estado de emergencia cuando lo considere necesario.
Erdogan, que ha liderado un importante progreso económico-social del país, ha presentado esta reforma como indispensable para fortalecer la estabilidad política, afrontar los retos económicos y de seguridad , y hacer una Turquía más grande y más fuerte. Pero existe el riesgo de que pueda derivar en la implantación de un régimen autoritario, de corte islamista moderado. Este es el temor de la oposición y de la mayoría de las cancillerías occidentales. Al respecto ha sido muy claro el ministro de Finanzas alemán , Wolfgang Schäuble, hombre fuerte del Gobierno de Angela Merkel, que teme claramente el riesgo de una dictadura.
Desde el fallido intento de golpe de Estado del pasado 15 de julio, Erdogan, al amparo del estado de emergencia que se mantiene en vigor, aplica ya una política sistemática contra todo tipo de críticas a su gestión, con decenas de miles de detenidos, acusados de cooperar con los golpistas, y con el cierre de numerosos medios de comunicación.Estafaltadelibertadesvigenteenlacampañaelectoral ha jugado a favor de su victoria. La oposición ha denunciado, además, posibles fraudes en la contabilización de los votos al haberse dado por válidas papeletas que no tienen el sello oficial, lo que resta legitimidad a la consulta.
Turquía, en cualquier caso, ha entrado en una nueva era que marcará su futuro. En ese escenario, el reforzamiento de Erdogan que ha supuesto su victoria en el referéndum es determinante, entre otras cosas, para la redefinición de las relaciones del país –miembro de la OTAN– con la UE, que pasan por su peor momento, una vez que se da ya por imposible su integración en el club comunitario.