La Eurocámara pide unidad y firmeza en la negociación del Brexit
Londres deberá negociar primero su salida y luego su futura relación con la UE
El Parlamento pide que se evite a toda costa una frontera dura entre Irlanda y el Ulster
El Parlamento Europeo tendrá la última palabra sobre el Brexit y ayer aprobó sus condiciones para la negociación con el Reino Unido, marcada por la defensa de la unidad de los 27 en todo el proceso y una voluntad de firmeza ante los británicos.
El documento rechaza rotundamente la posibilidad de negociar en paralelo la salida del club europeo y el acuerdo futuro de relación, como querrían los británicos, veta las negociaciones bilaterales entre los estados miembros y el Reino Unido y cierra el paso a que este país inicie conversaciones con países terceros para un acuerdo comercial hasta su salida de la UE. La resolución fue aprobada con una amplia mayoría de 516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones. Tanto los votos en contra como las abstenciones corresponden mayoritariamente a los tres grupos euroescépticos de la Cámara, aunque también se incluyen los de los eurodiputados de Podemos e Izquierda Unida (con una sola excepción, la de Jon Juaristi).
El debate de ayer en Estrasburgo empezó crispado, con dos intervenciones clave, las de los presidentes del grupo popular, Manferd Weber, y del grupo socialista, Gianni Pittella, que reflejan la tensión del momento, muy críticas con los políticos británicos que han conducido a la UE a su primer divorcio. Weber advirtió que “el Reino Unido debe prepararse para una negociación dura”, y subrayó que “irse de la UE significa irse de Europol, de la UE de la investigación y de la educación, y del mercado único, porque no va a ocurrir que elijan lo que les convenga”. También Pittella recordó que “un país fuera de la UE no puede tener los mismos beneficios que estando dentro”, y atacó directamente a los brexistas: “Que los británicos tengan claro en qué manos han caído, esta gente que les llevó al Brexit con mentiras”.
El belga Guy Verhofstadt, líder de los liberales y coordinador de las negociaciones en nombre de la Eurocámara, rebajó algo el tono subrayando su convicción de que “algún día en el futuro un joven británico volverá a pedir la entrada en la UE”.
No logró calmar los ánimos del principal líder del Brexit, Nigel Farage (UKIP), visiblemente satisfecho en su escaño, quien acusó al Parlamento Europeo de “actuar como una mafia” al establecer lo que consideró unos términos excesivamente duros para el Reino Unido en la negociación. La mención a la mafia le valió una re- primenda del presidente de la Cámara, Antonio Tajani, aunque de poco sirvió: “De acuerdo, lo cambio por gángsters”, rió Farage.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, quiso subrayar otro de los puntos clave de la resolución aprobada ayer, la necesidad de proteger a los ciudadanos europeos que han construido su vida en el Reino Unido y los británicos que residen en algún país de la Unión. Se calcula que los primeros son 3,2 millones de personas, la mayoría (900.000) polacos, y 1,2 millones los británicos en la UE.
Junto a esta preocupación, la Eurocámara señala como otra de sus líneas rojas el caso de Irlanda del Norte, un territorio para el que reclama la continuidad del proceso de paz establecido con los Acuerdos del Viernes Santo y pide evitar a toda costa el restablecimiento de una frontera “dura” con Irlanda.
Michel Barnier, negociador principal de la UE para las negociaciones del Brexit, intervino también en el pleno para destacar que su labor se basará en la defensa de la unidad de los 27, que consideró “indispensable” para que haya un acuerdo. Prometió unas negociaciones basadas en la “transparencia y el debate público”, y que éstas acabarán en “certidumbres” para los ciudadanos porque “el diablo está en los detalles”. Barnier también admitió que el tiempo apremia e insistió en que primero debe negociarse la salida del Reino Unido para abordar después un nuevo acuerdo de relación.
Pese a todas las dificultades de un proceso tan complejo, para el presidente de la Cámara, Antonio Tajani, hay que intentar rebajar la tensión porque “Londres se va de la UE pero seguirá siendo un país europeo y será importante seguir cooperando con ellos en comercio, defensa, antiterrorismo...”. En un encuentro con medios españoles, Tajani admitió que “debemos comunicar mejor todo lo que hace la UE, porque el problema no son los partidos populistas, sino por qué les votan los ciudadanos”.
Los euroescépticos, con Izquierda Unida y Podemos, votan en contra del acuerdo para negociar