El comercio de Barcelona echa de menos su pista de hielo
Ayuntamientos de toda Catalunya promocionan sus ejes con instalaciones para patinar
Barcelona Comerç pide al Ayuntamiento que considere otros emplazamientos A los comerciantes les molesta que el Saló de la Infància sí cuente con una pista de patinaje
Sentimientos poco navideños asaltan estos días a muchos comerciantes de Barcelona. Un poco de rabia, de envidia, incluso de inquina mal digerida... Al otro lado de los mostradores echan de menos su pista de hielo. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau ya dejó claro un año atrás que entiende que este tipo de instalaciones suponen una privatización del espacio público, un insostenible derroche de energía, incluso una llamada a un consumo poco responsable.
Entre tanto, ayuntamientos de toda Catalunya colaboran con sus asociaciones de comerciantes a fin de animar la campaña navideña con este tipo de atracciones tan familiares. “A ratos sentimos un poco de rabia, un poco de envidia...”, reconoce Salva Vendrell, presidente de la Fundació Barcelona Comerç, la entidad que representa el comercio de proximidad de la urbe, los ejes de los barrios, los botiguers. “Estas fiestas ganamos tres días de luces navideñas, y en ese sentido nos damos por satisfechos. El discurso que las pasadas fiestas enarboló el gobierno municipal se está atemperando. Pero si finalmente el Festival de la Infància acaba teniendo una pista de hielo, el año que viene exigiremos que nos dejen instalar una. No tiene por qué estar en la plaza Catalunya. Estaríamos dispuestos a abrirla en otro lugar”. En realidad la pista de hielo del Festival de la Infància no tendrá nada que ver con la que se instaló en la plaza Catalunya. Sumará sólo 264 m2 y una capacidad máxima de 30 personas. Aun así está desatando un profundo malestar entre los comerciantes. “Y es que –apostilla el presidente de Barcelona Comerç– miras más allá de Barcelona y ves que...”.
¿Qué ven? Que la pista de hielo del recinto ferial La Farga de l’Hospitalet de Llobregat, la que el año pasado heredó de Barcelona, mide ahora 8.500 m2, se multiplicó por dos, se convirtió en una de las más extensas de Europa, en una gran feria muy navideña llamada Kaliu Park. Y además estrena un tobogán de hielo de 50 metros de altura. “Estamos muy contentos”, asegura la alcaldesa Núria Marín. Estos días en l’Hospitalet también estrenan
un árbol mágico que cuenta cuentos, un pozo de los buenos deseos, un bosque encantado, un rocódromo inflable, karts ecológicos, un taller de maquillaje... En la pasada edición 224.000 personas pasaron por BarGelona y este año esperan entre 300.000 y 350.000 visitas.
“Queremos continuar atrayendo a familias de la ciudad y de toda el área metropolitana –sigue la alcaldesa Marín–. Todo esto es un gran ejemplo de colaboración públicoprivada. Una empresa apostó por La Farga y nosotros les abrimos las puertas. Es una oportunidad de generar actividad económica en el centro de l’Hospitalet. Los comercios y los restauradores de la zona se ven beneficiados. El año pasado multiplicaron por mucho su facturación. Este año lo preparamos todo con más tiempo, de un modo menos precipitado, y pensamos que irá mejor”.
Y, además, el Ayuntamiento de Tarragona aporta 4.000 euros para imprimir los carteles de la campaña de promoción de la pista de la plaza Verdaguer, y también financia los 70.000 tickets dos por uno que distribuyen todos los comercios de la urbe entre sus clientes. Y la Agència Promoció de Reus sufraga los 7.000 euros que cuesta la pista de esta ciudad; en Girona hace años que lograron que su instalación fuera autosuficiente; la pista de Lleida está promovida por la concejalía de Comercio y Turismo de la Paeria; en Mataró el Consistorio aporta 10.000 euros, el de Palafrugell afronta todo el coste de la pista del espacio polivalente de la Bòbila, el