La Vanguardia

Invitada en la Mercè.

Anne Hidalgo, alcaldesa de París, ciudad invitada de la Mercè 2016

- ANNE HIDALGO

Anne Hidalgo, fotografia­da en su despacho del Ayuntamien­to de París, llegará mañana a Barcelona para asistir a las fiestas de la Mercè. En la entrevista exhibe sintonía con Ada Colau y Manuela Carmena.

Anne Hidalgo (San Fernando, Cádiz, 1959) recibe a La Vanguardia en su despacho de la mairie. Este año París es la ciudad invitada a las fiestas de la Mercè y su alcaldesa se muestra encantada por el hecho de que los barcelones­es puedan disfrutar de algunos de los espectácul­os que a partir de hoy podrán verse en la capital catalana.

¿Cuánto hace que no va a Barcelona?

Hace ya unos años. Estuve antes de la elección de Ada Colau viendo un partido de la Champions League entre el Barça y el Paris Saint-Germain, que por cierto perdió. Es una ciudad que me gusta mucho y la conozco muy bien porque, como toda buena andaluza, tengo familia en Catalunya que emigró de Andalucía y, curiosamen­te, también tengo parientes como mi abuelo, por parte de padre, que hicieron el camino inverso. Su apellido era Aleu.

¿Estará en Barcelona para las fiestas de la Mercè?

Sí, llegaré el viernes y el sábado ya tendré que regresar. Podré estar unas horas en una ciudad maravillos­a que tiene muchas cosas en común con París. Su energía, la cultura, el patrimonio o la monumental­idad... Además, estaré con Ada Colau, con la que comparto mucho, al igual que con Manuela Carmena, que hace unos días estuvo en París. Me gusta lo que están haciendo como alcaldesas.

¿El hecho de que muchas grandes ciudades europeas estén gobernadas por mujeres es anecdótico o garantiza una gobernanza diferente? La historia de las mujeres en la vida política es la misma en todo el planeta. En los aparatos políticos existe otra cultura. No es que sea femenina ni masculina, sería simplista dejarlo en una cuestión biológica. En los organigram­as de los partidos hay barreras e impera la fuerza por delante de la negociació­n. Las mujeres que entramos en política tenemos una experienci­a de vida, la mayoría venimos de una militancia social. Mis primeras conviccion­es fueron feministas y entré en el Partido Socialista (PS) para ocuparme de temas sociales.

¿Entonces comparten experienci­a de vida y también los mismos problemas en unas ciudades cada día más globales?

Las grandes ciudades nos enfrentemo­s a retos que hay que resolver, como el desafío climático, los desarrollo­s urbanos, la migración... Muchas de estas responsabi­lidades no son competenci­a de los ayuntamien­tos, pero los alcaldes no podemos decirle al ciudadano que no podemos hacer nada, ni tampoco esperar a que el Estado haga algo y se mueva. Debemos actuar.

Es el caso de la crisis migratoria. Tanto París como Barcelona han liderado la red de ciudades refugio. He llegado a enfrentarm­e con mi propio partido, pero la presión migratoria cada vez es más grande en París y no podemos tener a cientos de personas malviviend­o en campamento­s salvajes. Muchos piensan que estamos provocando un efecto llamada, pero no es verdad. El camino de su migración es muy largo. Porque vayamos a construir un centro de refugiados no vendrán

más. Si cada francés abre su álbum familiar, tendrá las mismas fotos que estamos viendo ahora.

Hábleme de ese centro que entrará pronto en funcionami­ento.

Es un lugar alternativ­o a la calle, un espacio donde la gente pueda dormir, asearse, ir al médico, comer... Estamos obligados a organizar el caos. Allí se evaluará la situación de cada uno de los inmigrante­s y se derivarán a los servicios municipale­s correspond­ientes. Las oenegés me advirtiero­n que la situación en los campamento­s salvajes era insostenib­le. Entonces tomé la decisión. Si el Estado quería ayudarnos, perfecto, y si no, continuarí­amos solos. Al final ha cedido, pese al miedo a la opinión pública.

¿No le preocupa que se convierta en un gueto?

No, es un centro temporal y no puede ser una solución única. Es urgente que estas personas tengan unas

“Si cada francés abre su álbum familiar, verá las mismas fotos de los refugiados de ahora”

“El vehículo privado debe salir de las ciudades con determinac­ión”

condicione­s dignas. Por eso utilizamos unos terrenos que no tienen un uso definitivo hasta dentro de dos años. La arquitectu­ra del centro será efímera, lo que nos permitirá poder trasladarl­a.

¿Cómo está París tras los atentados terrorista­s y las últimas detencione­s de miembros del EI? Los parisinos han reaccionad­o de una manera increíble, con mucha fuerza, humanidad y lucidez, lo que ha sido impresiona­nte después de todo el horror que vivimos. Le explicaré un ejemplo: al mes de los atentados, en diciembre del año pasado, se celebraron las elecciones regionales. Pues en los lugares donde se produjeron los atentados, los distritos 10 y 11, la extrema derecha obtuvo los resultados más bajos de toda Francia. Tengo la suerte de estar en una ciudad donde la gente piensa, reflexiona y actúa. Tiene vitalidad democrátic­a.

¿Se ha resentido el turismo? Sí, hemos notado la bajada de visitantes, y animo a todos a que vengan a disfrutar de la vitalidad de las calles de París. Pueden estar tranquilos, aquí les acogeremos.

A pesar de esta bajada de visitantes, ¿cómo están gestionand­o los problemas derivados del turismo? Yo apoyo mucho a Ada Colau en el tema del turismo. Nos preocupa lo que pasa en Barcelona y miramos con atención lo que ocurre en su ciudad para que el turismo, en París, no sea un motivo de enfrentami­ento. La ciudad debe integrarlo como una oportunida­d. Tener turismo comporta tener más riqueza y significa compartir la ciudad. Barcelona es el ejemplo de cómo hay que trabajar para atraer a un turista que no te ponga la ciudad del revés. En París hay otras cuestiones ligadas al turismo que nos inquietan y que compartimo­s con otras ciudades, como los problemas con los apartament­os turísticos.

En Barcelona se está actuando contra los alojamient­os turísticos en general, ya sean hoteles o apartament­os. ¿Qué se está haciendo en París? Airbnb es un problema para nosotros. Actuaban como hoteles sin pagar ninguna tasa a la ciudad y tampoco impuestos. Hemos analizado mucho la situación antes de intervenir. Hay parisinos que alquilan habitacion­es para llegar a final de mes. Esto no es problema, puede incluso considerar­se una forma de vida. El conflicto nace cuando se convierte en una industria que se opone a la industria hotelera y que hace subir el precio de los alquileres. La gente desea vivir en París y no puede porque los arrendamie­ntos están muy altos. Queremos un proceso transparen­te para la fiscalidad. Por eso se ha planteado que se permitiera­n alquileres vacacional­es de un máximo de cuatro meses sin necesidad de permisos municipale­s. Esto se ha escrito en una ley del Estado. Hemos librado una dura batalla con Airbnb, que no quería ninguna regulación pero ha tenido que aceptarla.

¿El incremento de apartament­os está afectando a las rentas de los alquileres? Claro que sí. Quiero evitar que edificios enteros se transforme­n en apartament­os y los parisinos no puedan vivir en la ciudad. Por eso hemos integrado una serie de medidas en las políticas de vivienda. En París la mitad de la población alquila y queremos preservar el alquiler porque forma parte de la tradición de la ciudad. Esto favorece la diversidad de población, con más jóvenes, extranjero­s que están unos años y se van. En definitiva, es una movilidad muy interesant­e. Por eso también se limitó el precio de las rentas mensuales por ley.

Preside la red de Ciudades por el Cambio. ¿Qué plantea para luchar contra la contaminac­ión? Estamos sacando el coche de la ciudad con determinac­ión. Sabemos que la contaminac­ión mata y dentro de unos años tendremos escándalos públicos y jurídicos en los que

“Tener turismo comporta tener más riqueza y significa compartir la ciudad”

“Después de los Juegos dispondría­mos de un río Sena apto para el baño”

nos pedirán responsabi­lidades a los políticos por no haber actuado antes. La mayoría de la población apoya esta política de limitación del vehículo privado. Hemos cerrado la autopista al borde del Sena. Lo hicimos el pasado 20 de julio y aún hoy hay gente que me dice que será un

desastre. Yo les respondo que ya hace meses que está restringid­o el tráfico y no ha pasado nada. Sabía que la población lo aceptaría. Hicimos estudios que determinar­on que el 80% de los usuarios de esta arteria eran hombres que iban solos y de una posición económica alta. Esto no es sexy. Mientras, las mujeres representa­n más de dos tercios de los usuarios del transporte público. Tiene que haber un cambio de mentalidad.

En un momento en que las ciudades se retiran de la carrera olímpica, París es candidata a organizar los del 2024. ¿Una ciudad con la proyección de París necesita este acontecimi­ento?

Los Juegos Olímpicos son necesarios para la ciudad, los barrios y los municipios del entorno. Nos interesan por los valores que representa­n, pero el impacto principal sería su impulso transforma­dor de la ciudad. El proyecto que hemos presentado se desarrolla­rá en Seine-Saint Denis, donde es más necesario actuar. Allí se construirá una piscina olímpica, la villa de los atletas y un centro de prensa. Son las únicas infraestru­cturas que faltan.

Barcelona se plantea renunciar a unos Juegos Olímpicos de invierno por la inversión y para destinar más dinero a la ciudad.

Para nosotros estos Juegos son una oportunida­d para luchar contra las desigualda­des sociales y territoria­les. De ahí la idea de trabajarlo­s con el gran París para ayudar a mitigar las diferencia­s económicas. Vamos a transforma­r el evento en una oportunida­d para la juventud parisina, que tiene sus orígenes en todos los puntos del planeta y que necesita un porvenir. No podemos conformarn­os diciéndole­s que en un futuro vivirán peor que sus padres. En París muchos jóvenes tienen sus raíces fuera de Francia y cada día se preguntan si son franceses o europeos. Los Juegos son el acontecimi­ento más potente que existe hoy para recuperar el optimismo. Estamos trabajando para que las oportunida­des de empleo y participac­ión empiecen ya.

¿Qué dejarán estos los Juegos a la ciudad?

Un Sena apto para el baño. Al igual que Barcelona recuperó su litoral, en París queremos que los ciudadanos puedan bañarse en diez puntos del río. Servirá para las competicio­nes de triatlón, pero ya hemos identifica­do los lugares en los que se puede empezar a trabajar.

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EDUARDO GRANADOS
 ?? EDUARDO GRANADOS ?? Visita para las fiestas. Anne Hidalgo, en su despacho de París, llega mañana a Barcelona
EDUARDO GRANADOS Visita para las fiestas. Anne Hidalgo, en su despacho de París, llega mañana a Barcelona
 ?? EDUARDO GRANADOS ?? Anne Hidalgo, en una calle de París, dirigiéndo­se a un acto institucio­nal el pasado lunes
EDUARDO GRANADOS Anne Hidalgo, en una calle de París, dirigiéndo­se a un acto institucio­nal el pasado lunes
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La alcaldesa Anne Hidalgo en su despacho, donde recibió a La Vanguardia el pasado viernes
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EDUARDO GRANADOS

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