España se libra de la multa por incumplir el déficit, pero deberá hacer más recortes
Juncker, con el apoyo de Alemania, propone cancelar la sanción a cambio de un plan de ajustes por 10.000 millones entre el 2017 y el 2018
Cuando todo indicaba que España, junto con Portugal, estrenaría el procedimiento sancionador por déficit excesivo, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, con el apoyo del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, propuso ayer en la reunión de comisarios cancelar la multa y dar dos años más para reducir el déficit. A cambio, más ajustes.
En una sorprendente decisión que muy pocos esperaban ya, la Comisión Europea decidió ayer cancelar la multa a España por el incumplimiento del déficit. El Gobierno en funciones del PP se libra así del estigma que hubiera significado convertirse en el primer país –junto a Portugal– en haber sufrido una sanción desde el nacimiento del euro, aunque el nuevo Ejecutivo tendrá que seguir recortando en los próximos tres años.
El presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, llegó con esa idea a la reunión y fue quien más presionó para que saliera adelante. Varios comisarios liberales y conservadores que hasta ahora habían defendido la sanción se decantaron ayer por cancelarla y sólo cuatro de veintiocho seguían apostando por multar a los dos países de la península Ibérica.
Aunque no fue Juncker el único que apostó fuertemente por evitar el castigo. En un gesto radicalmente opuesto al que acostumbra a mostrar, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, también intervino para frenar la multa. Según explicaba el Handelsblatt , el principal periódico económico de Alemania, llamó a varios comisarios para pedirles que cambiaran de opinión. Y así lo hicieron algunos de los más duros.
La Comisión Europea ha tenido en cuenta los ajustes que España ha realizado en los últimos años, tal como pidió el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la carta de alegaciones que el 13 de julio envió a Bruselas para evitar la sanción. También la promesa que hizo en la misiva de recaudar 6.000 millones de euros, adelantando el impuesto de sociedades que deben pagar las empresas. Pero sobre todo, ha pesado mucho el contexto político que están viviendo tanto España –con dificultades para formar Gobierno–, como la propia UE, donde el desafecto por el proyecto europeo está creciendo en varios países.
“Las sanciones no hubieran corregido lo que se ha hecho en el pasado”, dijo el comisario de Economía, Pierre Moscovici “y creo que los ciudadanos que han hecho enormes sacrificios en los últimos años no las habrían comprendido. Un enfoque punitivo no es lo mejor en un momento en que los ciudadanos dudan de Europa”, aseguró.
Librarse de la sanción, no obstante, no esconde el complicado camino que le queda a España en los próximo tres años. Bruselas le ha dado un año más para cumplir el objetivo de déficit, hasta el 2018. Pero la senda para alcanzar la meta será dura. Las cuentas públicas se tendrán que cerrar este año con un desfase del 4,6% del PIB, del 3,1% en el 2017 y del 2,2% en el 2018. Y además, tendrá que hacer recortes estructurales de 5.000 millones de euros en el próximo año y otros 5.000 millones el siguiente. Es mayor austeridad de lo que se pedía en mayo, aunque con un año más de margen.
La decisión de cancelar la multa es, técnicamente, una recomendación de la Comisión Europea a los
OPCIONES La Comisión decidirá después del verano si congela o no los fondos estructurales
AJUSTES
España deberá hacer recortes de 5.000 millones en el 2017 y otros 5.000 en el 2018
ministros de Finanzas de la zona euro, porque son éstos quien en último término deben validarla. Si en los próximos diez días no se oponen a ello, España y Portugal se habrán librado definitivamente de la sanción. Hasta ahora, contaban con el apoyo de Francia e Italia y es evidente que tras la intermediación de Schäuble, han recibido también el respaldo de Berlín.
Queda pendiente para después del verano la decisión sobre la congelación de los Fondos Estructurales. El Parlamento Europeo logró la semana pasada posponer la cuestión a septiembre, ya que al afectar al presupuesto comunitario, pidió a la Comisión Europea que escuchara su punto de vista. En el caso de España están en juego cerca de 1.100 millones de euros para el año que viene y el comisario del euro y vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, aseguró que “la intención de la Comisión Europea es ser rigurosa con la suspensión de los fondos”.
Para evitar esa posible congelación, Madrid y Lisboa tendrán que demostrar que cumplen con los objetivos que les ha marcado Bruselas, en los borradores de sus presupuestos que manden a la Comisión Europea este próximo otoño.
Moscovici insistía ayer en que han actuado conforme a lo que estipula el Pacto de Estabilidad, pero la decisión in extremis de cancelar las sanciones ahonda más en las dudas que ya existían sobre su credibilidad. Y es que los países han podido sortearlo en múltiples ocasiones.